El empresario Carlos Slim mantiene su previsión de que la economía mexicana no crecerá en 2019, aunque también ve buenas noticias.

“Ese año no va a haber crecimiento, pero esa es la noticia medio mala o mala”, dijo en conferencia de prensa este miércoles.

“¿Pero cuál es la buena? La buena es que la inflación va a bajar a la mitad, creo que la mitad, algunos dicen que más”, detalló Slim, quien estima que el crecimiento del índice nacional de precios al consumidor quede por debajo del 3% este año.

Esto contribuirá a que el poder adquisitivo real del salario se recupere, gracias al alza registrada en el salario mínimo.

“El hecho de que haya subido es muy bueno. Yo creo que el año que entra debería subir de manera sustancial el ingreso mínimo”, afirmó el presidente vitalicio de Grupo Carso.

Slim también destacó el impacto que tendrán en el consumo de bienes y servicios básicos los programas de apoyo social que ha implementado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como las becas a estudiantes y a adultos mayores.

Sobre su pronóstico de crecimiento, el empresario dijo que era obvio que este indicador bajaría, pues tanto el consumo público como el privado disminuyeron, al igual que la inversión, aunque aplaudió la política de austeridad del gobierno federal y las medidas para eliminar los gastos corrientes excesivos.

“La corrupción afecta a quien menos tiene y el gasto excesivo también”, destacó.

Inversión y confianza

El empresario cuestionó los argumentos de que los empresarios no invierten en el país porque no hay confianza.

“El empresario invierte si tiene demanda, si tiene quien le compre su mercancía o sus servicios y frena su inversión si no hay demanda”, explicó.

“El que no invierte en un mercado en crecimiento es un tonto”.

También subrayó que México tiene la confianza de los inversionistas, lo que se refleja en el nivel del tipo de cambio gracias a las políticas macroeconómicas más estrictas y las finanzas públicas sanas del país.

Slim dijo que planea invertir unos 40,000 millones de pesos en el negocio de telecomunicaciones, mientras que en edificación invertirá entre 12,000 y 14,000 millones de pesos -dependiendo del mercado- y Carso Energy tiene una inversión pendiente de 20,000 millones de pesos.

En cuanto a los proyectos de infraestructura del gobierno de AMLO, afirmó que sí están interesados en participar y, aunque el monto de la inversión dependerá de qué contratos ganen, estima que podría superar los 100,000 millones de pesos.