Con la creciente adopción de autos eléctricos y el impulso global hacia la instalación de más puntos de carga, incluido México con el plan de Claudia Sheinbaum para la renovación de flotas vehiculares, se anticipa un aumento en la apertura de cafeterías, restaurantes y hoteles a lo largo de carreteras y en áreas urbanas, coincidieron especialistas e instituciones.
El presidente de Círculo Logístico, Héctor Romero Sánchez, explicó en entrevista con EL CEO que, tras la actualización de las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, dadas a conocer a inicios de junio de 2024, sobre vehículos eléctricos y energías limpias, la firma Top Flotillas y LOGEX ha desarrollado un análisis.
El estudio destacó cómo el aumento en la adopción de autos eléctricos estará transformando de manera significativa diversos sectores económicos, especialmente el comercio y los servicios.
A nivel internacional, con la creciente necesidad de más puntos de carga, se estima que en los próximos 20 años en México, se dará la tendencia de responder a la demanda de infraestructura eléctrica con la creación de espacios que ofrezcan comodidad y servicios adicionales a los conductores mientras sus vehículos se recargan.
“Con este aumento de centros de carga para los vehículos, especialmente aquellos transportistas que consumen energía limpia, sobre todo electricidad generada a partir de fuentes renovables, creemos que se avecina un boom en otros tipos de servicios”, señaló.
Se prevén más cafeterías “y restaurantes donde los transportistas pueden esperar mientras se realiza la recarga, ofreciendo comida rápida y un lugar donde descansar. Es un proceso de cambio cultural, sino también de infraestructura”.
Para las carreteras se espera un mayor número de cafeterías y restaurantes enfocados en atender a los vehículos tradicionales y a los de carga. Mientras que en el contexto urbano, la presencia de estaciones de carga en supermercados y cafeterías también se estará volviendo más común, señaló el analista energético Ramses Pech.
“Esta sinergia entre la tecnología de los vehículos eléctricos y los servicios cotidianos está configurando un nuevo panorama comercial, donde la integración de estaciones de carga se convierte en un factor diferenciador y atractivo para los negocios”, comentó Romero Sánchez, quien también es vocero de la firma Top Flotillas y LOGEX.
El impacto de esta tendencia será más evidente cuando a nivel local, los estados, ciudades comiencen a agilizar la generación de permisos de centros de consumo y así cargar los autos eléctricos.
“Se espera que esta evolución no solo beneficie a los conductores de vehículos eléctricos, sino también a los sectores de la hospitalidad y la restauración, que verán incrementada su clientela gracias a la afluencia de usuarios de vehículos eléctricos”, dijo Ramses Pech.
La Agencia Internacional de la Energía estima más puntos de carga para los autos eléctricos
En estimaciones para 2024, la Agencia Internacional de la Energía también prevé que la carga pública se multiplique por seis para el 2035, facilitando el cambio de los consumidores del mercado masivo hacia vehículos eléctricos.
“La adopción a gran escala de los vehículos eléctricos (VE) depende de la implementación simultánea de una infraestructura de carga accesible y asequible”, señala el informe.
Con esto se va a romper la tendencia de que los automóviles eléctricos dependan de la carga privada (en el hogar).
“En el futuro, también se deberán instalar cargadores fuera de las áreas urbanas para permitir la adopción continua más allá de las ciudades y suburbios”, reitera el análisis.
Sobresale que en los Estados Unidos, el gobierno ha anunciado cerca de 50 millones de dólares para subsidiar proyectos que buscan expandir el acceso a la carga conveniente, alineado con su objetivo de construir una red nacional de 500,000 puertos de carga pública para vehículos eléctricos (VE) para 2030.
El número de cargadores públicos alcanzará los 900,000 en 2030 y 1.7 millones en 2035, muchos de los cuales probablemente serán financiados por inversión privada y se extenderán más allá de los corredores de autopistas. Esto se traduce en alrededor de 55 vehículos eléctricos por punto de carga en 2035.
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