Boeing volvió a registrar pérdidas en el tercer trimestre del año, ya que el repunte de su avión insignia 737 MAX se vio eclipsado por las dificultades del de largo alcance 787 Dreamliner y de la cápsula espacial Starliner.

La empresa, que había vuelto a los números verdes en el segundo trimestre tras un año y medio de pérdidas, registró una pérdida neta de 132 millones de dólares entre julio y septiembre.

De acuerdo con información de Bloomberg, Boeing registró un cargo contable de 185 millones de dólares por el último retraso en la nave espacial Starliner y 183 millones en costos por la interrupción de la producción del 787 Dreamliner.  

Las ventas ascendieron a 15.1 millones de dólares en este periodo, un incremento anual de 8%, pero por debajo de las expectativas de los analistas.

Asimismo, el fabricante de aviones anticipa gastar alrededor de 1,000 millones de dólares en total por problemas con el avión 787.

Bloomberg también informó que Boeing está trabajando para resolver fallas de calidad, reparar las relaciones con los reguladores y aliviar la carga de la deuda tras el colapso del turismo por la pandemia en 2020 y la prolongada puesta a tierra del 737 MAX después de dos accidentes fatales.  

Reiniciar las entregas de Dreamliner que se han detenido durante meses es clave para cambiar el panorama financiero del gigante aeroespacial, pero primero debe atender defectos de calidad y obtener la aprobación de los reguladores, señaló el medio especializado.

“Aunque este esfuerzo redujo los ingresos en el trimestre e impulsa el aumento de los gastos, estas acciones son esenciales para reforzar la salud a largo plazo del programa y nos están preparando para un crecimiento sostenido y un éxito a medida que regresa la demanda del mercado”, señaló el CEO de Boeing, Dave Calhoun, en un mensaje a los empleados.

A las 10:08 a.m. (hora de Ciudad de México), las acciones de Boeing retroceden 1.32%, a 207.05 dólares en la Bolsa de Nueva York, de acuerdo con datos de Investing.com.

En conversaciones

Boeing, que ha reducido la producción del 787 a aproximadamente dos aviones por mes a la espera de la autorización para reanudar entregas, dijo que sigue en “discusiones detalladas” con la Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés) sobre el asunto.

La empresa confía en que la demanda le permitirá crecer la fabricación a 31 aviones por mes, pero cualquier retraso podría obstaculizar su meta.

Bloomberg destacó que los problemas con el Dreamliner se revelaron después de una inmersión profunda en los lapsos de producción en las fábricas de Boeing y su cadena de suministro.

 

Con información de AFP