La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) está considerando inspecciones que podrían cubrir cientos de 787 Dreamliners fabricados por Boeing, luego de que se detectaron problemas de producción en una de sus plantas, reportó The Wall Street Journal, citando un memo interno de gobierno y a gente con conocimiento sobre la posible revisión.
El mes pasado, Boeing dijo que algunas aerolíneas que operan sus 787 Dreamliners los habían retirado de servicio luego de que el fabricante identificó dos problemas de manufactura en la sección del fuselaje.
En el memo con fecha del 31 de agosto, Boeing dijo a la FAA que algunas partes que había fabricado en sus instalaciones de Carolina del Sur no habían cumplido con sus estándares, según el diario.
La FAA puede ordenar inspecciones mejoradas o aceleradas que podrían cubrir cientos de jets, dijo el medio.
El defecto de seguridad podría afectar hasta 900 Dreamliners entregados desde 2011, de acuerdo con el reporte. El veredicto final de la directiva de la FAA dependerá de las revisiones que realice en conjunto con Boeing.
La FAA y Boeing no respondieron a solicitudes de comentarios de parte de Reuters.
Las acciones de Boeing se han visto afectadas por la baja demanda de viajes y la difícil situación económica de las aerolíneas provocada por la pandemia, además de los problemas de seguridad relacionados con su modelo 737 MAX.
En lo que va del 2020, el rendimiento de los títulos de la compañía han descendido 47.5% y cotizan actualmente en 171.05 dólares, según Investing.
A principios del mes pasado, la FAA anunció que propondría la necesidad de realizar cuatro cambios clave al diseño de este modelo, lo que eliminaría los problemas de seguridad relacionados con dos choques que resultaron en la muerte de 346 personas antes de que el avión dejara de ser utilizado en marzo de 2019.
La suspensión de vuelos de este modelo ha costado a la compañía estadounidense más de 19,000 millones de dólares, además de que mermó su cadena de suministro como consecuencia de las investigaciones todavía pendientes.