Bed Bath & Beyond planea cerrar aproximadamente 200 tiendas en los próximos dos años, como parte de su estrategia de optimización, reveló en su reporte del primer trimestre fiscal 2020.
En el documento, la compañía reveló que la medida surgió como consecuencia de la contingencia global provocada por el coronavirus.
Durante el primer trimestre fiscal 2020, la compañía tomó medidas para gestionar los impactos financieros y operativos del COVID-19, al tiempo que priorizó las inversiones diseñadas para reconstruir y hacer crecer el negocio.
Por ello, la compañía evolucionó para satisfacer las necesidades cambiantes de sus clientes durante este periodo, además de tomar medidas para volver a abrir tiendas al público.
Esto incluye el lanzamiento de su plan de seguridad de la tienda.
El impacto de la situación de COVID-19 se sintió en todo nuestro negocio durante nuestro primer trimestre fiscal, incluida la pérdida de ventas debido al cierre temporal de tiendas y la presión de margen por el cambio sustancial de canales a digital
dijo Mark Tritton, presidente y el CEO de Bed, Bad & Beyond.
El directivo detalló que, desde el comienzo de la crisis, la compañía tomó medidas para ayudar a mantener a su personal seguro y a sus clientes atendidos, por lo que considera que su equipo “ha navegado frente a este desafío rapidez y agilidad”.
Al mismo tiempo, explicó que buscarán fortalecer sus finanzas, en tanto que su posición y liquidez mejoran su flexibilidad y capacidad para invertir y reconstruir su negocio.
Confía en su posición financiera
Bed, Bad & Beyond confía en podrá administrar sus recursos por el enfoque que eligieron durante primer trimestre fiscal 2020, que fue aumentar la liquidez y optimizar los costos.
Para el año fiscal 2019, la compañía tenía un saldo de efectivo e inversiones aproximado de 1,400 millones de dólares.
Mediante estrategias de gestión de efectivo y otras intervenciones de reducción de costos, finalizó el primer trimestre con aproximadamente 1,200 millones de dólares entre efectivo e inversiones.
El pasado 22 de junio, la compañía anunció una nueva línea de renovable de 850 millones de dólares por tres años garantizada basada en activos, lo que proporciona una liquidez adicional sustancial si fuera necesario.
La pandemia de COVID-19 sigue siendo volátil y podría afectar los planes de reapertura de tiendas de la Compañía y otras medidas destinadas a abordar su impacto y/o las expectativas actuales de su futuro desempeño comercial.
Sin embargo, la compañía no proporcionó orientación financiera para 2020 debido a la continua incertidumbre relacionada con el impacto de la pandemia de COVID-19.