Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), llamó a una conferencia de prensa esta semana para reiterar que un incendio y el exceso de generación intermitente fueron las principales culpables del apagón del pasado 28 de diciembre. Analistas del sector consideran que la compañía se encuentra enfrascada en una lucha por ganar el discurso en medios y redes sociales, y lamentan que el evento no tendrá consecuencias entre sus directivos.

“Me hace recordar cuando Bartlett era gobernador. Creo que hay un asunto casi personal de él y su estilo peculiar de hacer política: se dio cuenta de que está perdiendo el debate, el problema es que no tuvo nada nuevo qué decir y se resaltó el tema del oficio falso. Ha sido un intento muy torpe de control de crisis”, señaló Víctor Ramírez, analista del sector.

El discurso expuesto durante la última conferencia incluía falsedades importantes, dice Ramírez, como que la reforma hizo que los privados no pagaran transmisión, algo que definió como una mentira que se puede corroborar en tres minutos.

Paul Sánchez, otro analista del sector, también destacó que los presuntos problemas de las renovables son una de las pocas narrativas que el presidente no ha podido colocar de forma sólida entre sus seguidores. Además destacó que, durante una de sus conferencias de prensa, el propio López Obrador dio un importante espaldarazo a Bartlett y su mensaje.

Las explicaciones poco creíbles que se han dado para justificar el apagón, y el caso del oficio falso, difícilmente traerán consecuencias al interior de la CFE, debido a la falta de proactividad de los reguladores energéticos, y la poca probabilidad de que la fiscalía general se involucre en el proceso.

“El Presidente ha defendido a Bartlett con más vehemencia de la que ha mostrado con el propio Gatell -el zar anticoronavirus-. Si CFE de verdad quisiera limpiar esto deberían levantar una denuncia ante la fiscalía contra quien resulte responsable, y otorgaría los correos de todas las personas involucradas en la cadena de organización de la presentación que incluía el oficio falso”, destacó Ramírez.

El experto también señaló que la Comisión Reguladora de Energía tendría que estar realizando una investigación y solicitando al monitor independiente del mercado una revisión de las fallas que provocaron la suspensión del servicio eléctrico.

“En una administración normal hubieran rodado cabezas. (Un evento como este) es para despedir al director de CFE y al de Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), entre otros cambios administrativos. Si el responsable de verdad fuera una empresa privada es algo que se tendría que aclarar mediante una investigación, pero tiene que haber un culpable claro”, consideró Sánchez.

Durante la conferencia, CFE aceptó la existencia de un documento falso y dijo que iniciará una investigación interna.

Esta aceptación representa una confesión TERM, según Santiago Arroyo, abogado experto en el sector. Debido a que se trata de una falta penal y que CFE no es un ente que pueda ser acusado, las sanciones deberían recaer sobre sus funcionarios.

“Si estamos hablando de una responsabilidad penal, Manuel Bartlett puede ser sujeto, pues no tiene la misma calidad que un funcionario público que puede tener algún fuero constitucional”, destacó Arroyo.