El presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, dio a conocer este martes que los bancos decidirán cómo aplicar los programas de reestructuración de créditos con sus clientes, pues no es obligatorio, ni gremial. 

Con el programa de diferimiento de pagos aplicado durante cinco meses, en respuesta a las afectaciones por la pandemia, los clientes lograron fortalecer su situación de liquidez, explicó Niño de Rivera, y ahora que ha reiniciado el esquema de pagos están empezando a cumplir con lo convenido originalmente.

Las declaraciones del titular de la ABM se refieren al anuncio de la semana pasada de la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) sobre un nuevo paquete de medidas para la reestructuración de créditos a través de menores tasas de interés, extensión del plazo de pago y menores cuotas.

Hay ventajas para los bancos en reservas, índices de capitalización e índices de liquidez que se sumen a este programa y esa será una decisión individual de cada banco. Cada cliente tiene condiciones muy particulares y hay que analizarlo dentro del tipo de crédito,

indicó Niño de Rivera en conferencia. 

No obstante, la ABM considera que el esquema tiene sus ventajas, pero también algunas limitantes al establecer un piso para las reestructuras, a diferencia del régimen vigente que permite soluciones a la medida de las necesidades y perfil del cliente. 

En ese sentido, el titular de la Asociación dijo que los bancos decidirán cuál es la mejor oferta que harán a sus clientes caso por caso, que se determinará por la capacidad de pago de cada uno.

Ante eso, la ABM recomienda que los clientes con capacidad de pago continúen en el cumplimiento de sus obligaciones, pues lo primordial es cuidar el historial crediticio. 

“Eso les va a dar seguridad y confianza de que cuando necesiten acceso al crédito en meses posteriores y con la incertidumbre de cuándo vamos a salir de la situación económica en la que estamos es acceso a una fuente de liquidez invaluable para todos los clientes de la banca”, planteó Niño de Rivera.