En el arranque del año diversos bancos de Estados Unidos mostraron cierta debilidad al punto de caer en quiebra o la necesidad de ser rescatados; sin embargo, aquellos que sobrevivieron lo hicieron fortalecidos.
Los 23 prestamistas más grandes de Wall Street aprobaron la prueba de estrés anual de la Reserva Federal (Fed, por su sigla en inglés), superando un obstáculo clave al poder devolver miles de millones de dólares a los inversionistas.
De acuerdo con el banco central estadounidense, las instituciones financieras demostraron que pueden resistir una recesión global severa y turbulencias dentro de los mercados inmobiliarios.
Los puntajes de aprobación pueden dar luz verde a los bancos para devolver efectivo a los inversionistas; sin embargo, en esta ocasión es posible que los anuncios de dividendos y recompras tarden más en llegar a la espera de los nuevos requisitos de capital que se han estado trabajando durante años.
El organismo encabezado por Jerome Powell detalló que los bancos pueden comenzar a anunciar sus planes de pago a partir del viernes e indicó que está sopesando una revisión de sus esfuerzos de supervisión.
Los resultados reforzaron las afirmaciones de que la industria bancaria estadounidense se encuentra fuerte y bien capitalizada en términos generales, pese a las problemáticas registradas meses atrás.
Se debe tener cautela
El vicepresidente de Supervisión de la Fed, Michael Barr, señaló que si bien los resultados fueron buenos, la prueba sólo es una forma de medir la fortaleza, por lo que se debe tener cautela de cara a los riesgos.
Debemos ser humildes sobre cómo pueden surgir los riesgos y continuar nuestro trabajo para garantizar que los bancos sean resistentes a un rango de escenarios económicos, shocks de mercado y otras tensiones
indicó el funcionario.
De acuerdo con el banco central, las calamidades hipotéticas harían que los bancos perdieran 541,000 millones de dólares, incluidos 100,000 millones de dólares relacionados a bienes raíces comerciales e hipotecas residenciales.
Si bien aún no se han hecho oficiales los datos sobre cuál será la cantidad de capital que se les pide reservar a los bancos, Powell dijo este mes que podría haber un aumento de 20%.
Los principales ejecutivos bancarios, incluido el director ejecutivo de JPMorgan Chase & Co., Jamie Dimon, han argumentado que aumentar la cantidad de dinero que las empresas deben reservar perjudicará los préstamos.
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Con información de Bloomberg