De concretarse un acuerdo de venta en el que el empresario Germán Larrea se haga de la mayoría del capital de Banamex y Citigroup se quede con la parte restante, favorecería los intereses de ambos para cerrar finalmente la transacción.

Según el columnista de El Financiero Darío Celis, el trato contemplaría que el magnate adquiera 80% del capital social del banco, mientras el 20% restante lo conservaría Citi para venderlo posteriormente mediante una Oferta Pública Inicial (OPI).

 

 

James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, mencionó que para la institución financiera estadounidense, un acuerdo en estos términos le ayudaría a lograr finalmente la venta, un proceso que anunció desde inicios de 2022 y que, como recientemente reconoció, le ha tomado más de lo previsto.

En abril, Mark Mason, el director de Finanzas de Citi, dijo a analistas que seguían explorando un camino dual en la venta, es decir una venta directa o una salida a bolsa, pero advirtió que la segunda opción llevaría más tiempo que la primera.

Al vender una parte en forma directa, la institución que dirige Jane Fraser también tendrá tiempo de preparar el debut en bolsa por la parte restante.

 Es ambiguo todavía, porque no sabemos en qué términos sería y cualquier OPI toma tiempo, quizá decida incluso vendérsela directamente a Grupo México, y le da tiempo de adquirir más recursos si quisiera el 100%

mencionó Salazar en entrevista.

Además, al no realizar la venta en su totalidad mediante la bolsa, Citi evitaría que algún episodio de volatilidad disminuya el valor del negocio de banca minorista, empresarial y afore que dejará en México, apuntó el analista.

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En tanto, para Grupo México, el acuerdo significaría que requiere menos recursos para llevar a cabo la transacción por el cuarto mayor banco en el país que, según reportes, se apoyaría en un crédito sindicado por 5,000 millones de dólares.

Sinergias y valor

Para Credit Suisse, una transacción en el monto reportado, de 7,100 millones de dólares por el 80% de Banamex, 1,000 millones más de lo que ofreció por toda la unidad el año previo, es costosa.

La valuación fue cara, tanto en el nivel intrínseco como en el relativo, considerando especialmente que no existe una sinergia clara entre los negocios de Grupo México y Citi más allá de un gran proyecto de financiamiento usando la estructura bancaria”, indicó la firma en una nota de análisis hace unos días.

La institución también apuntó que la falta de experiencia en el sector bancario podría traer incertidumbre sobre el éxito de la compra.

El área de análisis de Scotiabank también señaló que en un escenario en que Grupo México compre Banamex, haría su estrategia de negocios más compleja.

“Incluir una nueva concesión bancaria —sin importar sus méritos— tendrá que aumentar su complejidad legal, fiscal y operacional, además de implicar mayores riesgos”, indicó en la nota.

Sin embargo, la transacción no sería necesariamente negativa, comentó James Salazar, ya que le aporta diversificación.

 No creo que genere mucho inconveniente que diversifiques tu campo de acción, el hecho de que estés involucrado en otros asuntos, a lo mejor tienes una curva de aprendizaje, pero si tienes un manejo administrativo adecuado, podría ser más corta

 dijo.

Incluso el negocio bancario podría abonar al desempeño de la acción de Grupo México, consideró.

Avances y retrocesos

En los últimos días se ha reportado que la venta de Banamex está próxima a cerrarse y el propio subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo a medios que las conversaciones se acercan a su última etapa.

Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su visto bueno a Larrea como posible comprador en una conferencia matutina el martes pasado. 

De parte del gobierno de México no hay ninguna inconformidad, de nuestra parte no hay ningún problema en que se lleve a cabo esa operación”, dijo el mandatario, señalando que sus diferencias con Grupo México “son otro cantar”.

Al día siguiente de la declaración, el magnate minero hizo dos apariciones en Palacio Nacional; en la primera acudió junto a otros empresarios que forman parte del Consejo Económico Asesor del presidente a una comida de trabajo y en menos de 24 horas, asistió en solitario.

Sin embargo, la semana cerró con tensiones entre el Ejecutivo federal y el magnate, luego de que Fuerzas Armadas ocuparon las instalaciones de Ferrosur, de Grupo México, en Veracruz, tras la publicación de un decreto que declaró su ocupación en favor de la empresa de participación estatal mayoritaria Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.

“La sorpresiva e inusitada toma de las instalaciones por parte de las Fuerzas Armadas está siendo analizada por Grupo México Transportes, sus inversionistas y asesores”, dijo la compañía en un comunicado enviado a la BMV.

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