¿Cómo puede una compañía como Caterpillar tratar de contrarrestar una caída en las ventas de excavadoras y camiones durante una pandemia que ha hecho de cada humano un potencial vector de la enfermedad? Quizás eliminando a los operadores humanos.
La tecnología de conducción autónoma de Caterpillar, que puede agregarse a máquinas existentes, está ayudando al fabricante estadounidense de equipos pesados a mitigar el fuerte impacto de la crisis del coronavirus en las ventas de sus tradicionales vehículos de trabajo.
Con clientes tanto pequeños como grandes que buscan proteger sus operaciones de futuras interrupciones, la demanda de máquinas que no requieren operadores humanos a bordo ha aumentado.
Las ventas de la tecnología autónoma de Caterpillar para operaciones mineras han estado creciendo a un porcentaje de dos dígitos este año comparado con 2019, según datos internos de la compañía no reportados anteriormente y compartidos con Reuters.
Por el contrario, las ventas de sus bulldozers amarillos, camiones de minería y otros equipos han estado cayendo en los últimos nueve meses, una tendencia que también ha golpeado a sus principales rivales, incluyendo a la japonesa Komatsu y la estadounidense Deere & Co.
Fred Rio, gerente mundial de productos de la división de tecnología y digitalización de Caterpillar, dijo que una tecnología de control remoto, que permite operar las máquinas desde varios kilómetros de distancia, estará disponible para los sitios de construcción en enero.
La empresa también está trabajando con las agencias espaciales para usar la tecnología satelital para permitir que un operador que se encuentre en Estados Unidos se comunique a distancia con las máquinas en otros lugares, por ejemplo África, dijo.
Sin embargo, la estrategia de automatización de Caterpillar no nació durante la era COVID-19. La empresa intensificó las inversiones en esas tecnologías cuando salió en 2017 de la crisis más larga de su historia, como parte de un plan para aumentar los ingresos recurrentes de la lucrativa venta de servicios.
Pero son los primeros días y la tecnología sigue siendo de nicho en las operaciones de Caterpillar. Aunque no desglosa los ingresos de las ventas de tecnología, es poco probable que el aumento de la demanda tenga un impacto importante en el futuro próximo en los ingresos del grupo, de unos 54,000 millones de dólares el año pasado.
También es un esfuerzo costoso para la compañía que inyecta miles de millones a toda la investigación y desarrollo. Sin embargo, no está claro si la demanda de tecnología autónoma y remota se mantendrá en un mundo pospandémico. A largo plazo, existe el riesgo de que una mejora de la productividad impulsada por la tecnología reduzca las ventas de nuevos equipos.
Sin embargo, la tecnología autónoma está ayudando a Caterpillar a ganar contratos de equipos de clientes que antes no compraban muchas de sus máquinas.
El año pasado, Rio Tinto contrató a la empresa para suministrar camiones, perforadoras, cargadores y otras máquinas autónomas para la construcción de la mina de mineral de hierro Koodaideri en Australia, que se espera que esté en funcionamiento el próximo año.
Rio Tinto no quiso hacer comentarios sobre el acuerdo de equipamiento.
La industria minera ya ha adoptado algunas tecnologías para los camiones autónomos y la operación a distancia de máquinas de carga y descarga. Sin embargo, la suspensión de las actividades en todo el mundo tras los confinamientos, así como los recientes brotes de infecciones en las minas de carbón de Polonia, han acelerado el despliegue de las tecnologías.
Anthony Cook, director general de sistemas de transporte autónomo de Komatsu, rival de Caterpillar, dijo que muchos clientes habían adelantado sus planes de gastos debido a la pandemia, en un intento por sacar a los conductores de los camiones mineros.
Dijo que la crisis de COVID-19 no había afectado la suerte de su negocio autónomo: “En todo caso, se ha vuelto más loco”.
Caterpillar en el espacio
Caterpillar y Komatsu tienen la mayor parte del mercado mundial de sistemas de transporte autónomo.
Pero Caterpillar, que tiene su sede en Illinois, tiene una ventaja competitiva, según algunos analistas, ya que su tecnología puede adaptarse a los equipos de la competencia, lo que la hace una opción más adecuada para los dueños de flotas mixtas. La tecnología de Komatsu actualmente solo funciona con sus propias máquinas.
Cook, de Komatsu, dijo que si bien la adaptación ofrecía una solución a corto plazo, su empresa estaba desarrollando una tecnología que permitía que diferentes marcas de equipo funcionen juntas “de manera segura y eficiente”, lo que, añadió, ofrecería beneficios a largo plazo.
Pero Jim Hawkins, gerente general de la división de industrias de recursos de Caterpillar, dijo que la capacidad de adaptación había ayudado a aumentar las ventas, porque las empresas mineras pueden comprar el hardware y el software para hacer que las máquinas funcionen de manera autónoma sin pagar el costo mucho mayor de la revisión de toda su flota.
Este es un argumento de venta en un momento en el que los mineros están luchando con la incertidumbre empresarial provocada por el virus.
Caterpillar vende la tecnología de operación autónoma por separado de sus máquinas. Si bien la modernización de las flotas existentes ha sido el mayor propulsor del crecimiento hasta ahora, Hawkins dice que cada vez más clientes piden camiones mineros autónomos.
La empresa cobra a los clientes mineros una cuota de hardware, una cuota de software y una cuota de licencia periódica. En total, la tecnología podría costar entre 50 millones y cientos de millones de dólares, dependiendo del tamaño de la flota y la duración del contrato, dijo Hawkins.
Todas estas aplicaciones son parte de los esfuerzos de la compañía por aumentar los ingresos por servicios, que tienden a ser más resistentes y rentables que las ventas de equipos. Su objetivo es aumentar las ventas de servicios a 28,000 millones de dólares para 2026 desde 18,000 millones en 2019.
Rob Wertheimer, analista de maquinaria de Melius Research, dijo que la necesidad de las empresas mineras de reemplazar una flota minera envejecida y su creciente demanda de actualizaciones autónomas debería ayudar a Caterpillar, ya que su tecnología le da una ventaja que le diferencia de sus rivales.
“Estratégicamente, están en una mejor posición”, añadió.