Audi dejará de lanzar nuevos modelos con motores de combustión en 2026 y paralizará totalmente la producción de ese tipo de vehículos en 2033, de acuerdo con su presidente Markus Duesmann.

La única posible excepción es China, donde Audi está asociado con fabricantes locales, pero en las otras regiones se eliminará la producción de vehículos de gasolina y diésel. 

Duesmann señaló que el fabricante de autos se está “reorientando estratégicamente” para lograr la neutralidad en materia de CO2 “a más tardar en 2050”.

Además indicó que “el último motor de combustión de Audi será el mejor jamás construido”.

Este cambio acelerado hacia los coches eléctricos, bajo la presión de las cada vez más estrictas normas europeas contra la contaminación, forma parte de la transición del grupo Volkswagen, cuyas principales marcas ofrecerán cada vez más modelos alimentados por baterías para alcanzar a su rival Tesla.

El grupo tiene previsto invertir 46,000 millones de euros (54,000 millones de dólares) en cinco años en este cambio.