En el horizonte del Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) se vislumbran varias tormentas que presionarían su negocio.
Entre ellas están la degradación en la seguridad aérea mexicana por parte de Estados Unidos; la tercera ola de contagios de COVID-19, el regreso del sargazo y la construcción del aeropuerto de Tulum. No obstante, Asur se muestra confiada que sobrevolará las nubes que ya se acumulan.
La baja a categoría dos de la aeronáutica nacional supone que las aerolíneas mexicanas no puedan incrementar su flota registrada que entra al país vecino del norte, lo que generaría un especial impacto para la empresa, cuyos ingresos depende en gran medida de viajeros internacionales.
Tan solo el puerto aéreo de Cancún pesó 77% del total de pasajeros movilizados para sus operaciones en México al primer semestre del año. Del total de turistas que pisaron ese aeropuerto, seis de cada 10 fueron extranjeros, de acuerdo a su último reporte trimestral.
No vemos un impacto, no esperamos uno, porque la mayoría del tráfico que viaja de Estados Unidos lo hace en una aerolínea estadounidense
comentó Adolfo Castro, CFO de Asur en conferencia con analistas.
Sobre la tercer ola de COVID-19 y la llegada del sargazo a las costas de Quintana Roo, el ejecutivo estimó que sus consecuencias serían menores a las vistas el año pasado, en el caso de la propagación del COVID y de 2019 para el sargazo.
México ha tenido un aumento de nuevos casos positivos al COVID en los últimos días. Hasta el 25 de julio existían más de 2.7 millones de casos confirmados acumulados y más de 238,000 defunciones, según datos de la Secretaría de Salud.
Fue hace dos años cuando la macroalga apareció en las costas de la Rivera Maya, que tiñeron sus aguas turquesas de color marrón y despidió malos olores que ahuyentaron a los turistas. En esa ocasión, el aeropuerto de Cancún registró su crecimiento más débil desde 2012 para un primer trimestre.
En el caso de la construcción del aeródromo en Tulum anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que sería controlado por el ejercito, el CFO comentó desconocer mayores detalles.
De acuerdo a analistas, su construcción supondría una competencia directa, al ubicarse el nuevo complejo a solo 131 kilómetros de distancia que el de Cancún, así como la cercanía de sus otros complejos de Cozumel y Mérida.
Aquí podrás leer más detalles a la afectación de Asur por su construcción
Asur toma vuelo
Al segundo trimestre de 2021, la firma reportó un incremento interanual en su flujo operativo (EBITDA, por sus siglas en inglés) de 4,789.2% a 2,502.8 millones de pesos, impulsado por la reapertura de actividades económicas, disminución de los contagios de COVID-19 y al relajamiento de medidas sanitarias nacionales e internacionales.
Los ingresos en los tres meses terminados en junio llegaron a los 2,229.3 millones de pesos, que significó un alza de 139.3%. En tanto, su utilidad neta fue de 1,231.6 millones de pesos, comparado con la pérdida de 520.3 millones en el mismo lapso del 2020.
Por región, México presentó un mejor desempeño frente a sus operaciones en Puerto Rico y Colombia, con una reactivación del turismo doméstico.
El segundo trimestre del año pasado fue el peor en la historía para los grupos aeroportuarios nacionales y para la industria aérea nacional. No obstante, la recuperación para el negocio de Asur se muestra constante en los últimos meses.