Uber anunció esta semana sus planes para un futuro totalmente eléctrico. En el centro de estos planes, de forma sorpresiva, se encuentra Arrival: un rival de Tesla que ayudará a la compañía de viajes a desarrollar su propio auto, y del que espera iniciar la producción en 2023.

Arrival se ha convertido poco a poco en uno de los rivales más peligrosos para la compañía de Elon Musk. La empresa de origen británico tiene el respaldo de Hyundai y Kia, y antes de firmar el convenio con Uber ya se encontraba en proceso de producir un vehículo de carga, con UPS como uno de sus clientes más importantes. Arrival se volvió pública a través de un SPAC el pasado marzo.

El plan con Uber comprende el diseño y producción de un modelo especialmente pensado para los viajes de la compañía. Ambas empresas publicaron algunos renders de potenciales diseños del interior, pero adelantaron que involucrarán a conductores antes de decidir un diseño final.

“La meta es hacer cientos de pequeñas mejoras, cambios y ajustes al diseño que tal vez no se habían aplicado antes”, dijo a The Verge Tom Elvidge, vicepresidente de movilidad de Arrival.

La alianza es una victoria para Arrival que, al igual que muchas otras empresas de vehículos eléctricos, aún no ha vendido ningún vehículo de producción. Uber, por su parte, había buscado un socio en el espacio de vehículos eléctricos durante mucho tiempo, pero no había llegado a ningún acuerdo.

Recientemente Uber se deshizo de divisiones que buscaban dar ventaja a la compañía hacia el futuro, debido a que estas áreas estaban perdiendo dinero. Las dos principales estaban relacionadas a vehículos autónomos y vehículos voladores.

Uber lanzó “Uber Green” en septiembre del año pasado en San Francisco, Los Ángeles, Seattle, Vancouver, y algunas otras ciudades seleccionadas. Se trata de un programa piloto de vehículos eléctricos que representa el primer paso para conseguir la promesa de la compañía de tener viajes 100% limpios en Estados Unidos, Canadá y Europa para 2030, y en todo el mundo para 2040.

Como parte de esta promesa, Uber dijo que destinará 800 millones de dólares para asistir a cientos de miles de conductores en su transición a vehículos limpios durante los próximos cinco años. La empresa aclaró que la alianza con Arrival no tomará presupuesto de esta bolsa.

“Es nuestra responsabilidad como la plataforma de movilidad más grande del mundo ser más agresivos para atacar los retos del cambio climático”, dijo Dara Khosrowshahi, CEO de Uber, durante el anuncio de su programa el año pasado.

Khosrowshahi dijo también que la compañía no podía hacerlo sola, y que el éxito de este programa requeriría de una colaboración sin precedentes.

Arrival ha sido la primer empresa señalada para ser parte de esta colaboración, lo que le da una seriedad que otras empresas del sector aún no tienen. Nikola es el competidor que más cerca había estado de obtener validación por parte de empresas consolidadas, pero su acuerdo con GM sufrió algunos cambios, y algunos analistas se han mostrado preocupados por las condiciones finales.

Mediante su alianza con Uber, Arrival da un paso adelante en su competencia con Nikola, Lucid, y otras empresas a nivel mundial para decidir quién es la mayor amenaza para Tesla, que actualmente tiene una cómoda ventaja en el sector.