El debate sobre la decisión de Petróleos Mexicanos (Pemex) de no pagar derechos resurge entre expertos, pero en la conversación también destaca un elementos adicional: los apoyos otorgados por el gobierno federal a la paraestatal han eclipsado los beneficios provenientes de la renta petrolera.
La renta petrolera, como explica el investigador en Transición Energética y Medio Ambiente del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), César Augusto Rivera, abarca los ingresos generados por toda la cadena de valor de la industria del crudo, desde la extracción hasta la comercialización y sus derivados.
Estos ingresos tienen como principal fuente la venta de crudo en el mercado internacional, junto con actividades asociadas como la refinación y distribución de productos petroleros.
La Secretaría de Energía proporciona un ejemplo claro: si el precio de venta de un barril de petróleo es de 100 dólares, y el costo de extracción para Pemex es de 20 dólares por barril, entonces la renta petrolera se calcula como la diferencia entre el valor del barril de petróleo y el costo de su extracción, en este caso, 80 dólares por barril.
Descuido de ingresos del país
El especialista explicó que los ingresos petroleros toman una mayor relevancia si el país tiene una vocación dependiente al sector hidrocarburos, su dinamismo se determina a partir de lo que ocurre en este sector.
Al analizar la situación de la renta petrolera se se evidencia cómo, al priorizar el apoyo a Pemex, se ha descuidado una parte fundamental de los ingresos del país, dijo el experto.
Lo anterior se muestra en los datos del Fondo Mexicano del Petróleo. Entre 2015 y el segundo trimestre de 2023, los estímulos fiscales, particularmente la reducción al Derecho de Utilidad Compartida (DUC), generaron una renuncia recaudatoria estimada en 720,836 millones de pesos. A esta cifra se le suman las contribuciones patrimoniales, que han ascendido a un total de 1.1 billones de pesos.
Sumando estos apoyos incluidos los provenientes del Fondo Nacional de Infraestructura, la cifra alcanza los 1.9 billones de pesos.
De estas aportaciones patrimoniales a Pemex, detalla el CIEP, entre 2019 y el segundo trimestre de 2023, el 50 % se han destinado al pago de la deuda, mientras que el 43.5 % se ha dirigido hacia el proyecto de la refinería Dos Bocas.
A pesar de estas asignaciones, Pemex únicamente ha logrado generar una utilidad neta de 23,000 millones de pesos, manteniendo un patrimonio neto negativo.
Pese a que todavía falta que se terminen de publicar los reportes de esta parte del sector energético, la organización ¿México Cómo Vamos? ya publicó un estimado del cierre del 2023.
En términos de la distribución de la renta petrolera, se espera 1.07 billones de pesos generados en 2023, sólo el 32% fueron para el gobierno federal por el cobro del DUC y 68% para Pemex, la mayor proporción jamás registrada, en favor de la petrolera.
DUC ha venido a la baja
Augusto Rivera destacó que la gestión de la renta petrolera recae en el Fondo Mexicano del Petróleo. Este fondo tiene la responsabilidad de distribuir estos recursos tanto a la Federación como a la recaudación federal participable.
El Fondo Mexicano del Petróleo también “se alimenta del DUC”, término que se refiere a la contribución que la petrolera hace al erario por cada barril de petróleo que vende.
Esto repercute tanto en los estados como en el gasto destinado a áreas cruciales como la salud, las pensiones y la educación.
“El fondo Mexicano del Petróleo entonces le pega tanto a los estados como al gasto en salud, en pensiones, en educación”, dijo.
La reducción de la tasa aplicable al DUC ha provocado que cada año una mayor parte de la renta petrolera se la quede Pemex y la otra parte menguada llegue el gobierno federal, sin que el faltante se compense con nuevas formas de ingresos.
“En 2019 el DUC cobrado a Pemex y entregado a la Federación ascendía al 46% de las ventas por comercialización de hidrocarburos, pero en 2023 representó sólo el 28%”, indica la organización ¿México Cómo Vamos?
Si a las transferencias financieras se le suman los ingresos adicionales por los recortes al DUC, Pemex recibió beneficios fiscales por 313,000 millones de pesos, equivalentes al presupuesto de ese año de la Secretaría de Salud, a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
¿Cuáles son los riesgos de respaldar a Pemex?
El investigador en Transición Energética y Medio Ambiente señaló que seguir respaldando a Pemex sin un plan claro de sustitución pone en peligro las finanzas públicas y la estabilidad económica del país.
Es un riesgo significativo continuar con una política que depende de variables volátiles como el precio del petróleo, especialmente cuando el espacio fiscal es limitado y hay menos recursos disponibles para áreas prioritarias como la educación y la salud.
El analista ilustró esta situación con el ejercicio de 2023, donde los ingresos petroleros menores a lo esperado llevaron a recortes en el gasto público.
En 2024, se podrían anticipar recortes similares si los ingresos no alcanzan las expectativas, lo que afectaría negativamente la capacidad del gobierno para financiar políticas públicas y servicios esenciales.
Resaltó que los menores recursos disponibles podrían obstaculizar la capacidad del gobierno para abordar problemas urgentes, “como la gestión del agua, lo que subraya la relevancia de mantener una situación económica estable y sostenible en el sector petrolero para el bienestar general de la población mexicana”.
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