Los autos eléctricos son el futuro a mediano plazo, pero antes de que esta revolución se dé, la industria tiene pendientes en materia de eficiencia que podrían ser impulsados desde la política pública, un tema aún pendiente en México.
“La adopción en México de autos eléctricos es limitada comparada con lo que vemos en otros países (…) En Noruega o China los incentivos gubernamentales para su adopción son altísimos y existe la infraestructura y el poder adquisitivo necesario. Hacen falta políticas públicas [para corregir esto]”, dijo Diego Ramírez Vicent, director de asuntos gubernamentales de Nissan México.
Ramírez Vicent señaló que el aumento en la infraestructura ha venido de la mano de las propias automotrices, y que las políticas públicas adecuadas ayudarían a que otros privados e incluso los gasolineros lo vieran como un modelo de negocios viable.
En temas de eficiencia de combustible, el directivo recordó que existía una normativa que regulaba los automóviles hasta los modelos 2016, pero que esta no se renovó, sino que el gobierno se limitó a anunciar que se mantenía la regulación, lo que afecta los ciclos de diseño. “Nosotros necesitamos saber la regulación que viene en los próximos cinco años y ahora empieza a haber un problema entre la Ciudad de México y el resto del país y necesitamos adaptarnos a posteriori en vez de tener una visión integral a largo plazo”, advirtió.
Roberto Díaz de León, presidente de Onexpo Nacional, consideró que las estaciones de servicio han pasado la primer etapa de la transformación del sector, con la adopción de electrolineras y opciones multimodales como el gas natural vehicular.
Esta primer etapa vendrá seguida de una revolución mucho más acelerada, aunque los efectos finales podrían tomar décadas.
“Tenemos tecnologías en desarrollo: desde vehículos eléctricos y autónomos que ya empiezan a ser comercializados”, señaló Tammy Klein, presidente de Future Fuels Strategy. “Se están reduciendo y limitando emisiones al tiempo que se garantiza la disponibilidad de energía para todos”.
La experta explicó que los avances comenzaron con la reducción de contaminantes en los combustibles y que, en años recientes, ha existido una progresión de la que México todavía no es un participante completo.
“Europa, Norteamérica, China, Corea del sur y algunas otras partes están tratando con temas como estándares de combustibles bajos en carbono, vehículos cero emisiones y requisitos para la aviación y envíos. México está en medio: entrando a la nueva era, pero lidiando con algunas mejoras que no han ocurrido”, expuso.
México, al igual que muchos otros países comprometidos con el acuerdo de París, está enfocando sus esfuerzos en biocombustibles, economía de combustible y vehículos cero emisiones.
“Hace una década sólo 10 países tenían estándares de economía de combustible, ahora muchos están estableciendo estándares cada vez más estrictos, y muchos otros están en planes de establecerlos. Para 2040 no habrá autos en venta con una eficiencia menor a 6.5 litros por 100 km (15.3 km/l)”, destacó.