Las vajillas de Anfora son un clásico de la cultura mexicana. Sus coloridos platos y tazas han acompañado las comidas de muchas personas, mientras que sus diseños evocan a los entrañables guisados. En el lado empresarial, también tiene una historia larga y un poco enrevesada.

Hay varias compañías que tienen denominaciones relacionadas y comercializan productos en su nombre, pero dos de ellas son las más importantes: Anfora y Almacenes Anfora. Estas dos marcas comparten una parte de su pasado, aunque ahora son empresas independientes.

De acuerdo con el portal Food and Pleasure, Anfora surgió como una empresa artesanal de cerámica en 1920. Inicialmente fue propiedad de un grupo de inversionistas alemanes: Pablo Schmidt, Alberto Lenz, Julio Vermehren, Carlos Reichert, Enrique Hilgert, Federico Ritter y Adolfo Goerz, quienes inmigraron al país  en plena Revolución Mexicana.

Estas son las tiendas Anfora y sus diferencias
Fotografía: Anfora

¿Cómo surgieron las empresas de vajilla?

El sitio de la revista señala que la historia de ambas compañías es bastante cercana. Tras la fundación de Anfora en 1920, pasó algunos años manufacturando las clásicas piezas de vajilla de porcelana. Sin embargo, al ser de inversionistas alemanes, enfrentó una persecución en el contexto de la Segunda Guerra mundial.

Cuando México dejó su neutralidad y entró a la guerra, se promulgó la Ley Relativa a Propiedades y Negocios de Enemigo. Esta establecía que las propiedades de ciudadanos alemanes –al igual que italianos y japoneses– serían intervenidas por el gobierno. Por esa razón, la compañía decidió salvaguardar su inventario y lo puso a cargo de otra familia.

La diferencia entre la marca Anfora y las tiendas Almacenes Anfora

Anfora guardó su inventario de piezas y lo dejó a cargo Mercedes Larrondobuno y Francisco Cachupín Pereda, una pareja dueña de una tienda de regalos cercana a la fábrica de vajillas. Pero, en lugar de únicamente resguardar las piezas, decidieron ponerlas en venta. 

Cuando terminó la persecución a negocios de alemanes, los dueños de Anfora pudieron acudir por sus piezas. Sin embargo, se sorprendieron al no recibir productos, sino el dinero de las ventas. Como agradecimiento, decidieron premiar a la pareja con la concesión de uso del nombre “Almacenes Anfora” y así surgió la tienda. De esta forma, una marca permitió el nacimiento de la otra, pero siguieron caminos separados.

En la actualidad, Anfora continúa dedicándose a la fabricación de piezas de vajilla de porcelana de alta calidad. Como contraparte, Almacenes Anfora se convirtió en una tienda que, aparte de esos productos, comercializa otros enseres para el hogar y cocina.

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