En medio de la posible desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el director de la Anatel, Gabriel Székely, consideró que el gobierno de Claudia Sheinbaum debe asumir el liderazgo para vencer los obstáculos que se oponen a empresas públicas y privadas para el despliegue de infraestructura, algo que esta frenando las inversiones y el acceso.
De acuerdo con el representante del sector, no se ha querido asumir ese papel, por lo que confían que en unas semanas más, desde la oficina de la Presidencia o las secretarías de Economía, Innovación, Ciencia y Tecnología, la entidad a cargo de las telecomunicaciones asuma esa responsabilidad como no se ha visto antes.
“Es absolutamente indispensable contar con un liderazgo político fuerte a nivel federal para vencer los obstáculos que se oponen a empresas públicas y privadas, no es solo a las empresas privadas de telecomunicaciones, es a muchas empresas públicas y privadas para el despliegue de infraestructuras de varios tipos en el país, energía, agua, hoy vamos a centrarnos en las telecomunicaciones”.
Sheinbaum y retos en telecomunicaciones
Para el director de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones, la autoridad que lidere el proceso debe elaborar una sola ley general y el Reglamento de adopción absolutamente obligatoria para municipios del país, que incluya los requisitos razonables que guíen el despliegue en todo el país.
En este sentido, dijo que se debe de cumplir estrictamente con la ley general de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, la cual ya consagra que las telecomunicaciones no requieren de ningún tipo de permiso especial de uso de suelo, como lo exigen muchos municipios, por tratarse de un servicio público de interés general.
Durante su participación en el Foro para el Desarrollo Digital desde lo local organizado por el IFT, el representante de empresas del sector consideró que cualquier costo relacionado en todo este proceso sea transparente, razonable y de aplicación general.
“Eso es lo que hay que hacer para vencer esas barreras que están impidiendo el desarrollo del país (…) sin resolverlo, las inversiones seguirán fluyendo a un ritmo muy lento. El daño al país crecerá ante los excesos que algunas autoridades a nivel local están implementando”.
Lo que afecta a millones de mexicanos que podrían estar conectados no lo están porque este tema simplemente no se resuelve, ya que impiden a las empresas desplegar infraestructura donde se necesita.
“Si se siguiera la ruta de los casos de éxito, tendríamos una política nacional para el despliegue de infraestructura de las telecomunicaciones que urge al país. Derribemos las barreras al desarrollo”, agregó.
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