Este viernes concluye la autorización de uso de los almacenes aduaneros que los extrabajadores de Mexicana de Aviación tienen en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), principal activo de lo que queda de la compañía que dejó de operar en 2010.
El fin del periodo de gracia otorgado a finales de marzo de este año por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) implica el desalojo de las instalaciones que en 2019 albergaron 75,000 toneladas de carga aérea, de acuerdo con datos del sindicato de Mexicana.
“En marzo nos revocan la autorización y tras muchas juntas nos otorgaron 120 días para seguir operando los almacenes. Pero lo más probable es que la medida se vuelva definitiva el viernes (hoy)”, dice Rafael Suárez, presidente de la delegación de la aerolínea en la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).
En una reunión el pasado 4 de agosto, los representantes sindicales de Mexicana pidieron al SAT una nueva extensión del aplazamiento, pero hasta el momento no saben si la medida se aplicará en el plazo establecido.
El principal argumento de los extrabajadores en la negociación es que en los últimos años realizaron una eficaz administración de las instalaciones, donde se almacena hasta 30% de mercancía de importación que pasa por la aduana del aeropuerto Benito Juárez.
Sin embargo, a pesar de que el sindicato asegura haber cumplido con todas las obligaciones fiscales de los almacenes, el órgano de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se niega a dejarle el control que posee desde la década de 1990.
La Ley Aduanera vigente en México establece que las autorizaciones de estas instalaciones pueden ser revocadas si la empresa concesionaria se declara en quiebra. No obstante, Mexicana de Aviación se encuentra en litigio para definir su situación jurídica, dice ASPA.
La revocación del permiso afectaría en primera instancia a los 283 trabajadores encargados de operar los almacenes. Además, la sindicatura dejaría de percibir los ingresos que esto genera.
Pérdida invaluable
En caso de que la autorización sea retirada, se abriría una licitación para buscar a otra compañía encargada de la administración de las instalaciones, de acuerdo con la ley de aduanas.
Los almacenes en el AICM forman parte de las últimas unidades productivas de Mexicana de Aviación en poder de los exempleados. Los otros activos son un taller de mantenimiento, una Sala VIP también en el AICM y el Centro de Adiestramiento Técnico (CAT) Mexicana.
A través de estas propiedades, los extrabajadores han planteado la refundación de la empresa dedicada a servicios aeroportuarios, de carga o hasta una línea aérea nueva.
La deuda de Mexicana tras su cierre de operaciones hace una década tiene un valor estimado por más de 6,000 mdp en cuestión de salarios no devengados.
La sindicatura actual ha realizado cuatro dispersiones de efectivo para saldar parte de las deudas y en gran medida, ese dinero proviene de los ingresos de esos almacenes y la enajenación de activos, explica Adolfo Crespo, director de administración de Mexicana.
Entre 2014 y 2019 casi se quintuplicó el tonelaje de mercancías que pasaron por los almacenes de Mexicana en el AICM.
Perder el control de los almacenes en la terminal capitalina significaría dejar escapar la oportunidad de saldar la deuda que dejó la otrora aerolínea más grande del país, coincide Rafael Suárez.
“Lo que pedimos al SAT es que nos permita transferir los almacenes a otra figura legal, como pudiera ser un fideicomiso. Entendemos que la ley es clara pero conocemos casos en los que se ha podido cambiar tanto la razón social como la composición accionaria de los encargados”, explica Adolfo Crespo.