Las decisiones unánimes de la Junta de Gobierno de Banco de México llegaron a su fin, mientras que un debate más álgido entre sus integrantes está de vuelta, en momentos en que la inflación no cede terreno, lo que anticipa que el ciclo de relajación monetaria ha terminado.

La Junta de Gobierno decidió por mayoría disminuir en 50 puntos base la tasa objetivo, a 4.5%, su nivel más bajo desde 2016.

Un integrante votó por recortarla solo 25 puntos. En su comunicado, Banxico señaló que, hacia adelante, el espacio para seguir con los recortes dependerá de la evolución de los factores que inciden sobre las perspectivas de inflación, y resaltó que “los riesgos para la inflación son inciertos”.

Para paliar los efectos del confinamiento, Banxico ha puesto en marcha una serie de facilidades para garantizar la liquidez en el mercado financiero y para impulsar los créditos bancarios. Mientras que desde agosto de 2019 inició con los recortes de su tasa, y con el inicio de la crisis por la pandemia incluso llevo a cabo reuniones fuera del calendario.

Una tasa más baja puede dar un impulso extra a la economía al reducir los costos de endeudamiento para empresas, personas físicas y el gobierno

Por ahora, la decisión y el tono del comunicado encajan con nuestro pronóstico de que la tasa se mantendrá sin cambios en lo que resta del año. A diferencia de los comunicados pasados, en esta ocasión se reconoce que hay una reconfiguración en la inflación subyacente y hay mayor mención de la forma en la que la pandemia de Covid-19 está impactando a las perspectivas inflacionarias

escribió Marcos Daniel Arias, analista de Monex.

En este escenario, Monex estima que las presiones sobre los precios continuarán al menos durante los próximos tres meses, y considera que la posibilidad de un nuevo recorte de la tasa es baja.

En julio, la inflación general subió a una tasa anual de 3.62%, mientras que la subyacente, es decir, la que elimina los precios más volátiles, creció 3.85%, su mayor alza desde abril de 2019. El objetivo de Banxico es de 3% con un rango de variabilidad de +/- 1%.

Factores como la depreciación del peso y la salida de inversionistas extranjeros del mercado de deuda,  que a su vez puede presionar aún más a la moneda, también han pesado en el banco central.

Al 4 de agosto habían salido 26,577 millones de pesos del mercado de deuda en un mes, mientras que en el año la salida ya suma 356,175 millones.

“Percibimos un tono ligeramente hawkish en el comunicado. Principalmente relacionado con la línea que dice que el “espacio restante” dependerá de la evolución de los determinantes de la inflación y sus expectativas. Sabemos esto, siempre es así (…) En nuestra opinión, la elección de las palabras es una señal aquí”, dijeron economistas de Finamex.

Los halcones son los miembros menos tolerantes con la inflación, mientras que las palomas suelen considerar que el banco central puede dar un impulso a la economía con una tasa de interés más baja y soportar una inflación un poco más alta.

Banxico en tanto, dijo que tomará las acciones que se requieran con base en la información adicional y considerando la fuerte afectación a la actividad productiva, así como la evolución del choque financiero, de tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general.

Esperaremos la minuta de esta reunión y el Informe Trimestral para evaluar las perspectivas de la política, pero creemos que el final del ciclo de flexibilización está cerca. Está claro que el banco central se está volviendo más cauteloso, pero tampoco ha mostrado una señal clara de intención de dejar de recortar

dijeron economistas de Barclays.

En cualquier caso, parece claro que si la inflación se estabiliza y no se observan más shocks, la Junta  podría utilizar el espacio disponible, de acuerdo con Barclays, en ese escenario, podría darse un recorte extra de 25 puntos base.