Aeroméxico es la línea aérea más expuesta a la degradación a Categoría 2 de la calificación de seguridad emitida por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), pues con la medida le prohibirá extender la frecuencia de nuevos vuelos en territorio estadounidense, en un momento que el turismo de vacunación crece, y también marcará el final de su alianza comercial con Delta Airlines vigente gracias a su código compartido.
Además, Aeroméxico es la aerolínea nacional con mayor dependencia al mercado internacional. En el primer cuatrimestre del año los pasajeros internacionales le valieron el 20% de su tráfico, la mayor proporción para cualquier empresa aérea mexicana.
En comparación, Volaris le reportó el 14.8%, Viva Aerobus el 9% y Aeromar el 8.1% en el mismo lapso, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
El código compartido que mantiene Aeroméxico con Delta Airlines es el más importante no solo de México, también para la región, que le permite a la aerolínea superar las 1,000 conexiones mundiales, muchas de ellas a Estados Unidos. Tiene una mayor sensibilidad al tráfico aéreo internacional
dijo Brian Rodríguez, analista en Monex.
El código compartido justifica la operación de una línea extranjera en otro territorio, es decir, facilita el traslado aéreo de las personas quienes, para llegar a su destino, no tienen que cambiar de aerolínea, comprar varios boletos de avión, documentar dos veces o hacer doble uso de sus programas de lealtad.
Volaris cuenta con un código compartido con Frontier y Aeromar con United Airlines, pero su participación en las operaciones es mínima, pues las mexicanas basaron su estrategia comercial al mercado local y más recientemente, en el caso de Volaris, a Centro y Sudamérica.
Aeroméxico tiene una operación muy grande basada en el apoyo de Delta con la conectividad que tienen, además, viene a frenar de golpe toda la expansión que se ha visto de las aerolíneas nacionales a Estados Unidos por el tema de la vacunación
comentó César Oznaya, director del medio especializado En El Aire.
Añadió que, en estos momentos las rutas transfronterizas son las más rentables para las empresas mexicanas de transporte de pasajero aéreo y la baja en la calificación de seguridad comprometerá la recuperación de las empresas si se extiende por más de un año la medida.
En ese sentido, Rodríguez dijo que, si México continúa en Categoría 2 para 2022, las aerolíneas norteamericanas podrían ganar mayor participación de mercado.
Bajo la nueva revisión a la calificación, no se podrán incrementar los vuelos, se cancelan los acuerdos de códigos compartidos, se limitan los acuerdos de mercadotecnia y no se podrán registrar nuevos aviones controladas por líneas aéreas mexicanas para su operación en Estados Unidos. Cabe señalar que las rutas actuales continuarán vigentes y no se inhabilitarán.
Aeroméxico apenas anunció en abril la incorporación a su flota de 28 nuevos aviones, de los cuales, los primeros equipos entrarían en operación a partir de este verano. No obstante, no se podrán utilizar para viajes a Estados Unidos, hasta que se México recupere el máximo nivel de seguridad dictado por la FAA.
El país experimento la degradación de la calificación similar en julio de 2010, pero recuperó su estatus cuatro meses después. Por el momento la SCT se comprometió a recuperar lo antes posible la Categoría 1.
Aeroméxico pasa por un proceso voluntario de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos y hasta el momento ya recibió la totalidad del capital pactado a través del financiamiento preferencial del fondo Apollo Global Managment, que asciende a los 1,000 millones de dólares.
“La aerolínea cuenta con obligaciones pendientes y éstas, con los nuevos financiamientos obtenidos, las prórrogas solicitadas a su deuda a nivel de certificados bursátiles, también están en la espera de que tenga una recuperación de flujo en el mediano plazo”, dijo Rodríguez.