Aerolíneas como Aeroméxico, Interjet y Volaris atraviesan por una situación similar a la vivida durante los primeros meses de 2009, cuando una nueva cepa del virus de la influenza conocida como A/H1N1 se propagó por el país.

Analistas estiman que el panorama puede repetirse una vez más, ahora provocado por el avance del coronavirus a nivel global y en México.

En 2009 el tráfico de pasajeros nacional cayó 11.6%, frente al 2008, lo que coloca a ese año como el punto más bajo registrado en los últimos doce, de acuerdo a cifras de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero).

En términos de volumen de servicios aéreos nacionales, 2009 también fue el peor año en los últimos dos sexenios, pues el número de vuelos se contrajo 14.3%, comparado con datos del año inmediato anterior.

La baja en la demanda de vuelos, la incertidumbre de las personas sobre cuándo regresará la normalidad y los cierres de fronteras en cada vez más países, están golpeando a las diferentes líneas aéreas mexicanas. Escenario similar a lo vivido en 2009, donde por una parte salíamos de una crisis financiera a nivel global y por el otro teníamos a la influenza en el país

dijo Juan Rich, director de análisis y estrategia bursátil en Banco Ve por Más.

Un análisis de la calificadora Verum establece que el efecto comparable más reciente en México para el tema de las aerolíneas es lo ocurrido en 2009, cuando disminuyeron los vuelos nacionales e internacionales de forma significativa.

En este sentido, la Canaero reportó que, en el caso de las líneas aéreas mexicanas que operaban en 2009 y transportaban pasajeros a destinos internacionales, disminuyeron 8%, mientras que el tráfico de vuelos internacional realizadas por empresas nacionales lo hizo en 12.4%

Moody’s detalla en uno de sus reportes que, de los sectores latinoamericanos más expuestas a un impacto en la demanda y en los mercados de capitales por el brote del COVID-19 son las aerolíneas, pues, “son los más vulnerables ya que existe un exceso de capacidad y una menor demanda”.

Viva Aerobús, el cuarto competidor más importante en México por participación de mercado, cuenta con información disponible a partir de 2009, sin datos anteriores registrados por la cámara.

Caída en los precios del petróleo, pequeño paliativo

El precio de los principales referentes internacionales de petróleo, WTI y Brent, ha caído 56% para ambos casos desde el 31 de diciembre de 2019 al cierre del mercado del 17 de marzo.

La baja en los precios podría beneficiar a las aerolíneas, pues se trata de uno de los mayores gastos de operación con los que cuentan.

La baja en la demanda podría ser parcialmente compensada en costos, principalmente por la reciente disminución de más del 40% en los precios internacionales del combustible, el cual es el principal insumo de sus operaciones (30-40%). Es verdad que la moneda mexicana ha sufrido una depreciación frente al dólar y la turbosina se cotiza en esa moneda (…) en el corto plazo, el efecto neto entre el movimiento de ambas variables sea positivo

detalla Verum en su reporte.

El descalabro en los precios se debió a la negativa de Rusia de reducir la producción petrolera como indicaban los integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), lo que ocasionó que Arabia Saudita, uno de los principales productores del commodity a nivel mundial, analizara la posibilidad de aumentar su producción hasta en 12 millones de barriles diarios, sumado a un recorte en su precio. Además del avance de nuevos casos de infección por coronavirus.

La solución para evitar la caída en 2009

Durante la contingencia sanitaria por la que atravesó México en 2009, el gobierno del expresidente Felipe Calderón implementó una serie de medidas para contener las afectaciones a las líneas aéreas.

Entre estas medidas estuvieron: el cese en el cobro del Derecho de No Inmigrante (DNI), Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) y se extendieron las líneas de crédito.

En el caso del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, se les permitió a las aerolíneas consolidar frecuencias para ajustarlas a la oferta por ruta, sin que se pusieran en riesgo los slots o espacios aéreos vigentes.