Aerolíneas globales pidieron este martes realizar pruebas rápidas de COVID-19 a todos los pasajeros internacionales antes de partir, como una medida para reemplazar las cuarentenas impuestas, lo cual considera exacerba la caída de demanda en los viajes.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) espera que las pruebas rápidas sean administradas por personal no médico en los aeropuertos. La aplicación empezará en las próximas semanas, dijo Alexandre de Juniac, director general de la IATA a Reuters.

“No vemos ninguna solución alternativa que sea menos desafiante o más efectiva” dijo Alexandre de Juniac.

Las pruebas, dijo el directivo, estarán disponibles por siete dólares cada una y las aerolíneas buscarán presionar que la aplicación sea respaldada por la Organización
de Aviación Civil Internacional (OACI), la agencia de la ONU que supervisa las reglas de aviación global, informó Reuters.

El objetivo es que la aplicación de las pruebas genere una mayor confianza entre los viajeros para salvar una parte de la temporada de invierno.

Las pruebas que podrían utilizarse son producidas por el laboratorio QUIAGEN, quien lanzó a inicios de septiembre un producto que promete detectar antígenos de SARS-COV-2 en personas con infecciones activas en menos de 15 minutos, además de procesar alrededor de 30 muestras por hora.

La prueba muestra resultados negativos en 15 minutos y los positivos fuertes en tres minutos. Fue diseñada para su aplicación masiva en sitios como estadios y aeropuertos.

Las aerolíneas buscan maneras de sortear el descenso en el tráfico y devolver la confianza en los viajeros que se sienten inseguros de tomar un vuelo a causa de la pandemia.

De acuerdo con AFP, el objetivo es acelerar la investigación para convertir a los aviones en burbujas sanitarias, con rayos ultravioletas, desinfectantes o tratamientos térmicos.

Por ejemplo Boing, que lanzó el programa “Confident travel initiative”, presentó a inicios de septiembre un sistema de rayos ultravioletas que permiten desinfectar la cabina, la cabina del piloto, los baños y las cocinas, en teoría 15 minutos, entre dos vuelos y esperan poder comercializarlo este año.

Con información de AFP y Ruters