Las aerolíneas de todo el mundo podrían declararse en bancarrota hacia finales de mayo si los gobiernos y la industria no toman acciones coordinadas para evitarlo, advirtió el Centro para la Aviación (CAPA).

“Mientras el impacto del coronavirus y las medidas aplicadas sobre los viajes por múltiples gobiernos se extienden por el mundo, muchas aerolíneas probablemente ya han sido empujadas a una bancarrota técnica o están al menos en un incumplimiento de sus convenios de deuda”, detalla la consultora especializada en la industria aérea.

El efectivo de las empresas se está terminando mientras parte de sus flotillas permanecen en tierra y los vuelos que aún pueden operar llegan a menos 50% de ocupación, además de que las cancelaciones superan por mucho las reservas cada que un país recomienda no viajar, explica CAPA.

“La demanda se está agotando de una manera sin precedentes. La normalidad aún no está en el horizonte”, dice.

Previamente, la IATA calculó que las aerolíneas perderían hasta 113,000 millones de dólares en ingresos debido a la crisis por el COVID-19, pero ese monto se anunció antes de que comenzaran a expandirse las prohibiciones de viajes.

Además, las líneas aéreas deberían prepararse para un golpe adicional: la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso este lunes que se restrinja el acceso a los países de la Unión Europea desde el exterior durante 30 días para contener la expansión del coronavirus, una medida que será discutida por los líderes de la UE en su cumbre por videoconferencia de mañana.

Medidas drásticas de aerolíneas

En las últimas 24 horas, United Airlines, IAG -matriz de British Airways e Iberia-, Air France-KLM, easyJet, Finnair y Air New Zealand implementaron medidas drásticas para recortar costos ante el cierre de fronteras en más países, incluidos Alemania y España.

El propietario de British Airways dijo que reducirá su capacidad de vuelo en al menos tres cuartos en abril y mayo, y que su jefe saliente, Willie Walsh, aplazará su retiro mientras la compañía intenta sobrevivir a las consecuencias del virus.

Walsh advirtió que no hay garantía de que muchas aerolíneas europeas sobrevivan.

IAG dijo que cancelará vuelos, congelará los gastos discrecionales, reducirá las horas de trabajo y suspenderá temporalmente algunos contratos de sus empleados.

United Airlines Holdings, una de las tres aerolíneas más grandes de Estados Unidos, reportó una caída de sus ingresos de 1,500 millones de dólares en marzo respecto a igual mes del año pasado y advirtió a los empleados que los aviones podrían operar casi vacíos en el verano boreal, incluso después de aplicar severos recortes de itinerarios.

United dijo que reducirá los salarios de los ejecutivos en 50% y disminuirá su capacidad de vuelo en aproximadamente 50% en abril y mayo. También prevé recortes de capacidad durante la temporada de viajes del verano boreal.

“Esta crisis se está moviendo muy rápido”, dijeron el presidente ejecutivo de United, Oscar Muñoz, y el presidente de la compañía, Scott Kirby.

La situación empeoró durante el fin de semana, cuando España declaró el estado de emergencia, el gobierno estadounidense agregó a Reino Unido e Irlanda a su lista de países con restricciones de viaje, y Australia y Nueva Zelanda dijeron que todos los viajeros tendrían que aislarse por 14 días.

“Hacemos un llamado al Congreso y a la Casa Blanca para que tomen todas las medidas disponibles a fin de proteger la salud y la nómina de los trabajadores estadounidenses”, dijo Sara Nelson, presidenta de la Asociación de Auxiliares de Vuelo-CWA, que representa a 50,000 asistentes de vuelo estadounidenses en 20 aerolíneas, incluida United.

Con información de Reuters