Los esfuerzos de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) de impulsar emisiones verdes se topan con el reto de que las empresas realmente cumplan con los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) que se trazan.

Aunque las colocaciones de bonos temáticos en la BMV han crecido en los últimos años, esto no garantiza que realmente se estén llevando a cabo mejores prácticas, coincidieron analistas. 

La ligereza con la que las bolsas de valores y los agentes colocadores otorgan la certificación de ASG es contraproducente al momento de buscar un sistema que realmente incentive la mejora del sector privado y la autorregulación en este tipo de temas

dijo Amin Vera, analistas económico independiente.

Para el analista, la adopción de criterios ASG es una vía que facilita a las empresas el acceso a tasas preferenciales en la colocación de deuda o la autorización para formar parte de fondos institucionales, y es difícil hacer una evaluación de los compromisos que establecen. 

Como ejemplo está el caso de Coca-Cola Femsa, que ha accedido a financiamiento mediante bonos temáticos, pese a ser señalada constantemente por la cantidad de agua que utiliza en su producción.

Grupo México y Crédito Real son otras emisoras que están integradas a índices ligados a criterios ASG. Los procesos de producción de la minera de Germán Larrea son altamente contaminantes, mientras que Crédito Real está en la mira por malos manejos administrativos que llevaron al incumplimiento del pago de un bono internacional en febrero.

Benjamín Álvarez, analista bursátil en CI Banco, comentó que las empresas deben cuidar la imagen que proyectan hacia la población y el no mejorar sus prácticas las hace menos competitivas.

Si bien la mayoría continúan teniendo un impacto ambiental, observamos avances en las estrategias de algunas, sobre todo en su compromiso de igualdad y derechos humanos

dijo el analista de CI Banco.

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Supervisión, un tema pendiente

Nalleli Barajas, subdirectora de sostenibilidad de la BMV, reconoció que aún con la creciente adopción de criterios ASG se debe trabajar más en el proceso de supervisión.

Por ahora todo está en un conjunto de recomendaciones y el siguiente paso orgánico tiene que ser que las entidades que supervisan puedan tomar acción al respecto con base en estos indicadores

mencionó en entrevista. 

Explicó que la BMV no tiene la facultad de seguir el cumplimiento de las empresas, ya que solo proveé la infraestructura para las colocaciones de deuda, que son revisadas por instituciones externas como las agencias calificadoras. 

Por ello, también es necesaria la acción de reguladores gubernamentales que castiguen las infracciones de las emisoras, así como el desarrollo de un ecosistema  de ONGs y observatorios dedicados a la evaluación continua de los riesgos, de acuerdo con Vera.

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Los riesgos para las empresas

Cada vez más empresas se comprometen a abordar temas de impacto ambiental y social para evitar daños a su reputación y riesgos de participación de mercado o de financiamiento.

No implementar estrategias implica que grandes inversionistas como las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro (Afores) no tengan interés por fondear a las empresas y que la salida de capital provoque la caída del valor de mercado.

Ya cualquiera puede pintar de verde su reporte anual; sin embargo, hay cada vez más barreras para que eso suceda. Lo peor que te puede pasar como empresa es que no inviertan en ti o perder valor porque no estás haciendo las cosas correctamente

comentó Barajas.

A partir de este año, el total de inversiones de las afores deben estar orientadas en criterios ASG, de forma obligatoria, conforme a lo que la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) les solicitó desde 2019. 

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Más colocaciones verdes en 2023

En el onceavo Foro de Emisoras, el director general de la BMV, José-Oriol Bosch, dijo que las colocaciones de deuda de largo plazo en términos ASG representarán el 50% del total de emisiones en 2023.

Desde el lanzamiento del primer bono temático en la BMV a la fecha se han levantado 94,000 millones de pesos mediante este tipo de instrumentos. Del total, 47% corresponde a bonos sustentables, 27% verdes, 15% vinculados a la sostenibilidad y el resto a emisiones sociales.

Para este año se estima que 37% de las colocaciones totales tomen en consideración estos criterios, proyectó Bosch en otro evento.

Entre junio y agosto se espera que se emitan 70,000 millones de pesos, de los cuales 35% serán bonos temáticos. Entre las empresas que harán colocaciones están Arca Continental, Cetelem, BBVA, Grupo Herdez, Invex, Actinver, el gobierno del Estado de México, Auneti, Megacable, Fonacot y Toyota Financial Service.

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