El peso mexicano cerró la jornada de este viernes cediendo terreno ante el dólar, mientras los inversionistas ven cada vez más lejos los recortes a la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed), y concreta una semana con pérdidas.
De acuerdo con datos de Banco de México (Banxico), la moneda nacional finalizó la sesión con una depreciación de 1.31% ante el dólar, con el tipo de cambio en 16.6545 unidades por billete verde.
Con ello, el peso mexicano registró su peor sesión desde el pasado 16 de enero, cuando retrocedió 1.73%; además concretó su peor cierre semanal desde el 19 de enero y dejó atrás dos periodos de cinco días con ganancias al descender 1.17%.
Durante las operaciones del día, el peso tocó un mínimo de 16.42 y un máximo de 16.74 por dólar, según datos de Bloomberg.
Al menudeo, el billete verde se vende en 17.07 pesos en ventanillas de Citibanamex, 24 centavos más caro que al cierre de la sesión anterior.
El índice dólar, que mide el desempeño de la divisa frente a una canasta de las seis monedas más operadas, sube 0.69% para ubicarse en 106.01 unidades.
Peso mexicano se encuentra atento a la Fed
Luego de los datos de inflación y empleo en Estados Unidos, los inversionistas modificaron sus perspectivas para el primer recorte a la tasa de referencia por parte de los directivos del banco central estadounidense.
Previo a las cifras que mostraron un repunte en los precios de productos y servicios durante marzo, el consenso apuntaba a que el primer retroceso se concretaría en junio, sin embargo, ahora se espera que llegue hasta la última parte del año.
El fortalecimiento del dólar frente a sus principales cruces se debe al ajuste en las expectativas sobre el futuro de la tasa de interés de la Reserva Federal, pues el mercado ahora espera que el primer recorte de la tasa ocurra hasta noviembre
mencionó Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico y Financiero en Grupo Financiero Base.
El presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, también reforzó la idea de que se requiere más información que ayude a generar la confianza necesaria para apostar por una flexibilización de la política monetaria.
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