Las presiones inflacionarias y las bajas tasas de interés de los bancos centrales en todo el mundo dieron pauta a rendimientos poco atractivos para los inversionistas y ahorradores; sin embargo, México está mejor parado que las mayores economías del continente americano.

Esto se debe a que Banco de México (Banxico) inició en junio un ciclo alcista ante el repunte de la inflación en el país. Durante su última reunión de política monetaria, el banco central elevó en 25 puntos base la tasa de referencia, para ubicarla en 5.0%.

De acuerdo con un análisis elaborado por EL CEO con el dato de inflación al cierre de octubre, que se ubicó en 6.24% anual el nivel más alto desde diciembre de 2017, la tasa de interés en términos reales de México queda en 1.17% negativo, la menor de una muestra de nueve países de la región.

La tasa de interés real de política monetaria en México es la menos negativa que en los otros cuatro países con bancos centrales independientes: Brasil, Chile, Colombia y Perú. Esto quiere decir que los rendimientos reales en México son menos desfavorables que en el resto de aquellos países

comentó Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics a EL CEO

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Los datos recopilados de cada banco central muestran que México tiene una tasa real negativa menor a la de Colombia, donde es de -1.99%; Brasil, de -2.64%; Chile, de -3.07%; Perú, de -3.62%; Canadá, de -4.25%; Paraguay, de -4.51%, y Estados Unidos, de -5.62%. Argentina tiene la más costosa, de -9.27%, pues la inflación en ese país se ubicó el mes pasado en 52.10%.

La tasa real es el porcentaje que verdaderamente paga un ahorrador por un préstamo o que se recibe por una inversión dentro de un periodo determinado, una vez que se descuenta la inflación que provoca que el dinero pierda valor.

Cuando la inflación crece, también incrementa la diferencia entre las tasa nominal que establecen los bancos centrales y la tasa activa o real. 

Banxico ha elevado en cuatro ocasiones la tasa de referencia en 25 puntos base y las expectativas apuntan a que hará un incremento de la misma proporción en su próxima reunión del 16 de diciembre. Sin embargo, Coutiño no vislumbra tasas reales positivas en el corto plazo.

Llega el fin del dinero barato

En meses recientes, los entes monetarios optaron por comenzar a subir su tasa de referencia, una tendencia que debe permanecer para normalizar el funcionamiento de las economías.

“La hora de empezar a dejar de vivir del dinero barato ha llegado para la economía global, aunque un poco tarde ante la virulencia mostrada por la inflación desde hace ya seis meses”, dijo Coutiño.

Uno de los ejemplos más claros es el del Banco Central de Brasil, que a finales de octubre elevó la tasa de referencia en 150 puntos base, para llevarla de 6.25% a 7.75%. A inicios de este año, la tasa en el país sudamericano se ubicaba en 2%.

Para Ernesto O’Farrill, presidente de grupo Bursamétrica, este es apenas el primer paso de los bancos centrales para desarticular la política monetaria extrema que implementaron como consecuencia de la crisis sanitaria causada por el COVID-19.

De acuerdo con el economista, la transición a la segunda fase de normalización ya inició luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció que comenzará a reducir la compra mensual de bonos del Tesoro e hipotecas, un proceso conocido como tapering.

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Una vez que la Fed ponga fin a su inyección de liquidez a los mercados financieros, la siguiente fase es aumentar la tasa nominal a un nivel superior al neutral, algo que podría tomar varios años.

Los analistas coinciden en que el banco central estadounidense aumentará su tasa de interés a mediados de 2022, sin embargo, dependerá de la recuperación del mercado laboral y de los riesgos de un nuevo confinamiento provocado por una cuarta ola de coronavirus.

Recuperación del dólar y bonos del Tesoro

Las políticas monetarias acomodaticias debilitaron al dólar y los rendimientos de los bonos del Tesoro de largo plazo. Esta tendencia cambió después de que se estableció la fecha del inicio del tapering tan pronto como este mes.

Empieza el tapering y en esta fase podemos ver un dólar que tiende a fortalecerse, tasa de interés de largo plazo que tiende a subir, precios de las acciones que dejan de tener fuerza, empieza a haber correcciones y los precios de las materias primas pueden estar terminando su fase de alza

aseveró O’Farrill

De hecho, la semana pasada el índice dólar, que mide el desempeño de la divisa frente a una canasta de sus seis principales cruces, tocó un nivel de 96.98 unidades, el más alto desde junio del año pasado, mientras que los retornos de los bonos a 10 años están cerca de los niveles previos a la pandemia, de acuerdo con Investing.com.

Aunque las materias primas como el petróleo tomaron impulso ante la debilidad del dólar, los precios tienen espacio para mantener la tendencia alcista por la escasez de insumos a nivel global, que se espera mejorará gradualmente durante el próximo año, lo que también estabilizará la inflación.