Entre los dimes y diretes sobre la construcción del Aeropuerto en la Base Militar de Santa Lucía y la cancelación del Aeropuerto en Texcoco, hay un tema que debe imperar y es la seguridad.

La mejor salida para el tema -de la creación del aeropuerto- es aquella que garantice la mayor seguridad. Hemos sido claros, la seguridad operacional debe ser la prioridad

dijo Enrique Beltranena, director general de Volaris en conferencia de prensa, en la Bolsa Mexicana de Valores.

Hasta el momento, se tiene previsto que la primera fase del aeropuerto de Santa Lucía entre en operación el primer trimestre del 2022. Originalmente se estimaba que sus funciones iniciaran en 2021, pero una serie de amparos y suspensiones provisionales han retrasado el proyecto.

Para Volaris, la zona metropolitana no significa el grueso de sus operaciones. La aerolínea solo representa el 14% de despegues del área metropolitana. “Crecemos más en ciudades como Cancún, Guadalajara y Tijuana”, comentó Beltranena.

Hoy en día, Volaris opera 196 rutas y ha transportado desde su creación -en 2006- más de 100 millones de pasajeros.

El 20 de junio, Volaris hizo su primera colocación de certificados bursátiles fiduciarios de largo plazo -cinco años- por 1,500 millones de pesos de un programa de 3,000 millones de pesos.


Con lo recaudado se empezará a pagar equivalente de enganche de aviones que llegarán los próximos años. Dentro del plan estratégico de la aerolínea de bajo costo, se prevé que llegarán 24 aeronaves al 2022 y 80 más del 2023 al 2026.

En los últimos siete años, Volaris ha recaudado más de 25,500 millones de pesos, a través de acciones y deuda a corto y largo plazo.

En el plano bursátil, las acciones de Volaris han sido una de las de mejor desempeño en lo que va del año, han repuntado 76% a 18.45 pesos. La aerolínea de bajo costo no es parte del S&P/BMV IPC, principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores.