La presión financiera sobre México empieza a disminuir, de momento, gracias al avance que ha tenido la moneda mexicana frente al dólar.

El riesgo país, medido con los Credit Default Swaps (CDS) a cinco años, se ubicó en su nivel más bajo desde noviembre.

Uno de los factores que ha jugado a favor es la apreciación que ha tenido el peso sobre el dólar. La relación entre los CDS y el tipo de cambio es positiva, es decir, cuando el peso se aprecia, la prima de un CDS disminuye.

Este martes, los CDS mexicanos a cinco años regresaron a un nivel de 135.92 puntos, su nivel más bajo desde noviembre y, además representa un retroceso de 18.81 puntos en lo que va del año. En tanto, desde finales de noviembre, la moneda mexicana ha avanzado 5.32% para cerrar ayer en 19.3650 pesos por dólar en el mercado interbancario.

Un CDS es un instrumento que tiene como objetivo asegurar el pago de un bono emitido por empresas o estados. Mientras más elevada es la percepción de riesgo, más se paga por el seguro.

El avance del peso responde a la debilidad del dólar ante la mayoría de las monedas y la entrada de flujos de capital extranjero en el mercado de deuda mexicano, de acuerdo con un análisis de Santiago Fernández, de Intercam Casa de Bolsa.

Un tono menos agresivo de la Reserva Federal para elevar su tasa de interés este año, una menor probabilidad de que se presente una guerra comercial entre China y Estados Unidos y el cierre parcial del gobierno estadounidense, son los factores que contribuyeron a la debilidad del billete verde.

Al igual que los CDS mexicanos, los brasileños también han disminuido en las últimas jornadas. El martes cerraron en 184.79 puntos, su nivel más bajo desde el 14 de mayo, de acuerdo con datos de Bloomberg.

En la parte mexicana, el apetito de inversionistas extranjeros por la deuda gubernamental se recuperó. Al 27 de diciembre, los foráneos tenían el 61.63% del total de bonos mexicanos en circulación, esto es, 1.81 billones de pesos de los 2.93 billones, de acuerdo con cifras del Banco de México.

A finales de noviembre, la aversión al riesgo de los extranjeros fue tal que sus posiciones sobre la renta fija mexicana disminuyeron a niveles de 59%.

A pesar de la reciente apreciación de la moneda local, en el panorama existen algunos factores que pueden detonar una depreciación del peso: mayores tensiones comerciales, una desaceleración económica mundial, una política monetaria restrictiva, la salida abrupta del Reino Unido de la Unión Europea, así como la volatilidad en el precio del petróleo y el riesgo político interno en México, son elementos que pueden impactar en la moneda mexicana, de acuerdo con un análisis de CI Banco.