Por Ellen R. Wald

Han pasado casi siete semanas desde el llamado “histórico” acuerdo de producción de la OPEP+, y la OPEP+ se prepara para otra reunión, los días 9 y 10 de junio.

El 12 de abril, los miembros de la OPEP+ acordaron reducir 9.7 millones de barriles al día de la producción de petróleo en mayo y junio. Desde entonces, la producción de petróleo de la mayoría de los principales productores del grupo (Arabia Saudí, Kuwait, EAU, Nigeria, Kazajstán y Rusia) ha disminuido. (Irak, que se comprometió a reducir en un millón su producción de 4 millones de barriles al día, solo ha cumplido una parte de lo que acordó).

La producción de petróleo de productores no miembros de la OPEP+ también ha disminuido, sobre todo la de Estados Unidos, donde se estima que 2.3 millones de barriles al día se han retirado del mercado desde que la producción registrara máximos de 13.2 millones de barriles al día en marzo.

Sin embargo, tras este último acuerdo, los precios del petróleo se han desplomado aún más. Recientemente han comenzado a subir por encima de los niveles de abril. De hecho, el precio del Brent ha registrado un beneficio neto de aproximadamente 4 dólares por barril desde el 12 de abril. Por lo tanto, a pesar de tanta autocomplacencia, el acuerdo no tuvo mucho éxito si el objetivo era impulsar los precios. El acuerdo de abril solo sirvió para ayudar a frenar la caída libre resultante de una reunión fallida en marzo.

El 10 de junio, la OPEP+ se reunirá virtualmente para evaluar los progresos realizados en los 9.7 millones de barriles al día de reducciones. (La OPEP celebrará su reunión ministerial ordinaria el día anterior, el 9 de junio, probablemente también vía videoconferencia). El acuerdo del 12 de abril incluía un aumento previsto —sí, aumento— de la producción de 2 millones de barriles al día en total a partir del 1 de julio. Sin embargo, las medidas adoptadas en la reunión del 10 de junio podrían sustituir a este acuerdo si el grupo decide que “hacen falta más medidas para equilibrar el mercado”.

Por lo tanto, la pregunta es si la OPEP+ procederá con su plan de aumentar la producción, ampliar los niveles de producción actuales o tratar de implementar nuevas reducciones. El status quo requiere un aumento de julio.

(Recuerde que Arabia Saudí, los EAU y Kuwait también se comprometieron juntos a reducir la producción en 1.8 millones de barriles al día más para el mes de junio. Estas reducciones de junio se sumaron a los recortes requeridos por la OPEP y la OPEP+. Sin embargo, queda por ver si se aplicarán estas reducciones).

La reunión es dentro de poco menos de 2 semanas, pero ya está tomando forma de manera similar a la desastrosa reunión de marzo. La reunión de marzo dio lugar a una desavenencia entre Rusia y Arabia Saudí (y a la “guerra de precios” que en realidad no fue una guerra de precios).

Recordemos que a finales de febrero, Rusia señaló su poca disposición para efectuar reducciones más profundas en la reunión de marzo de la OPEP+, pero Arabia Saudí insistió en impulsar más reducciones de todos modos. La reunión fracasó, y Arabia Saudí trató entonces de superar en producción a Rusia, una estrategia que hizo que los precios cayeran un 30%.

Esta semana, Rusia ha señalado su apoyo al plan de aumentar la producción a partir del 1 de julio. Los informes de Bloomberg indican que Arabia Saudí no está de acuerdo y no apoya el aumento de la producción, sino que quiere extender las actuales reducciones.

Otra pelea pública entre Arabia Saudí y Rusia sería desastrosa para los precios del petróleo. El Brent sigue a 10 dólares de su precio de cierre del 5 de marzo y cualquier cosa que no sea una reunión amistosa de la OPEP+ probablemente revertirá esas pequeñas ganancias registradas desde que la disputa se resolviera el 12 de abril.

Sin embargo, parece que Arabia Saudí puede estar esforzándose por no repetir sus errores anteriores. En la reunión de marzo de la OPEP+, Arabia Saudí insistió en poner sobre la mesa una reducción de 1.5 millones de millones más, a pesar de que sabía que Rusia ni siquiera quería prorrogar las reducciones ya existentes.

Esta vez, Arabia Saudí no ha dado a conocer oficialmente su posición. Tras conocerse la noticia de que Rusia, al menos en esta coyuntura, quiere aumentar la producción, el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman llamó al presidente ruso Vladimir Putin. Rusia publicó una nota sobre esa conversación confirmando que ambas partes habían acordado continuar la “estrecha coordinación” en la política de producción de petróleo.

Esta decisión no significa que Rusia y Arabia Saudí estén en la misma línea en cuanto a la producción de petróleo, pero sí revela que esta vez Arabia Saudí está priorizando la cooperación de Rusia con la OPEP+. Mientras que en marzo, Arabia Saudí estaba dispuesta a apostar que podía maximizar su propia producción de petróleo para aumentar los ingresos, ya no confía en esa estrategia pues los mercados del petróleo están inquietos. En otras palabras, Arabia Saudí está señalando una voluntad de hacer mucho más —incluyendo asumir aún más la carga de las reducciones de la producción y salir perdiendo en las ventas a Asia— solo para mantener intacta a la OPEP+ y tener contentos a los mercados

La nota Reunión de junio de la OPEP+: ¿Hacia dónde vamos ahora? apareció por primera vez en Investing.com