Los precios del petróleo cerraron con ganancias este jueves pese a la presión en Europa de llegar a un acuerdo para sancionar el crudo ruso y ante una mejora en la contención del COVID-19 en China, un escenario en el que el mercado accionario superó un alza más fuerte a la esperada respecto a la inflación en Estados Unidos.
El contrato de junio de WTI de Estados Unidos subió 1.15% para ubicarse en 106.86 dólares; mientras que el Brent del Mar del Norte para entrega en julio ganó 0.71% al situarse en 108.22 dólares por barril, de acuerdo con datos de Bloomberg.
La materia prima mantuvo su fortaleza después de que la Administración de Información de Energía informó que los inventarios de crudo de Estados Unidos aumentaron en 8.5 millones de barriles la semana pasada.
Los analistas encuestados por S&P Global Commodity Insights pronosticaron, en promedio, una caída de 1.8 millones de barriles.
En la presión sobre los precios del petróleo destaca “cómo los comerciantes están luchando para fijar correctamente los precios de los contratos energéticos más importantes del mundo, mientras el enfoque sigue alternando entre los bloqueos de China (que perjudican la demanda) y la alta inflación (que acaba con el crecimiento económico)”, aseguró el jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, Ole Hansen.
Esta alza en los precios se da en el marco en que la Unión Europea aún tiene que acordar sanciones sobre el crudo ruso, mientras que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos han advertido que todos los sectores energéticos se están quedando sin capacidad.
A lo anterior se suman los recientes informes mensuales sobre el petróleo, tanto de la Agencia Internacional de Energía (AIE) como de la OPEP.
La AIE advirtió que sanciones más estrictas a las exportaciones de petróleo de Rusia podrían retrasar su producción de crudo en casi dos décadas.
Mientras tanto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo recortó su pronóstico para la demanda mundial anual de petróleo a 3.4 millones de barriles por día en 2022; 300,000 barriles por día menos que su pronóstico de abril.
En Europa, los precios del gas aumentaron en parte debido a la interrupción de un gasoducto ruso que atraviesa Ucrania. Además, el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, acusó a Rusia de convertir la energía en un arma, luego de que Moscú anunciara en la víspera sanciones para las empresas de energía occidentales y la caída de las entregas de gas en Europa.
Según los informes, Rusia se apoderó de una unidad alemana de Gazprom, cuyas entregas a Alemania se redujeron, aunque eso representa solo el 3% de las importaciones del país desde Rusia, según Bloomberg. El operador de gasoductos de Ucrania detuvo el miércoles los envíos rusos a través de un centro clave en el este del país.
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