Los precios del petróleo cerraron con ganancias este martes, con el Brent del Mar del Norte superando los 80 dólares el barril, a medida que los suministros mundiales están en camino de ser más ajustados de lo que se esperaba anteriormente, y los temores sobre un impacto en la demanda mundial debido a la variante ómicron disminuyeron.

El contrato de febrero de WTI de Estados Unidos subió 1.4%, a 77.13 dólares; mientras que el Brent del Mar del Norte para entrega en marzo ganó 1.6%, para negociarse a 80.21 dólares por barril, de acuerdo con datos de Bloomberg.

Los petroprecios cerraron con ganancias incluso cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) se mantuvo firme en su plan de elevar la producción. 

Con la demanda resistiendo en gran medida la variante ómicron, el grupo de productores OPEP+ aprobó este martes un aumento de 400,000 barriles por día en la producción programada para febrero, como se esperaba. 

Según Bloomberg, sus analistas recortaron el lunes las estimaciones de superávit en el primer trimestre, prediciendo un crecimiento de la oferta más débil de los rivales.

El contexto general de oferta y demanda se ve mejor para la OPEP+; además de que es probable que los aumentos de producción del grupo sean inferiores a los niveles acordados.

Por su parte, Rusia no logró aumentar la producción el mes pasado, mientras que se espera que la producción en Libia, miembro de la Organización, caiga nuevamente esta semana. La estructura del mercado permanece en un patrón de retroceso alcista, lo que indica una continua tensión de oferta. 

En tanto, el Comité Técnico Conjunto OPEP+, que analiza el mercado en nombre de los ministros, ve un superávit de 1.4 millones de barriles diarios en los primeros tres meses de 2022, alrededor de 25% menos de lo que estimó hace un mes, según un informe visto por Bloomberg. 

Mientras tanto, China podría mantener las restricciones fronterizas durante el resto de este año mientras se prepara para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing y una serie de eventos políticos, según Goldman Sachs.