Los precios del petróleo cerraron con ganancias, con el WTI de Estados Unidos en máximo de casi un mes, después de que los datos sobre los inventarios de crudo estadounidenses mostraran una caída mayor a la esperada; además de que los operadores sopesaron el efecto de la variante ómicron del COVID-19 en la demanda.

El contrato de febrero del petróleo WTI de Estados Unidos subió 2.3%, a 72.76 dólares; el cierre más alto desde el 24 de noviembre.

Mientras que el Brent del Mar del Norte para entrega en el mismo mes ganó 1.8%, a 75.29 dólares por barril, su cierre más alto desde el 8 de diciembre, según datos de MarketWatch.

El petróleo se recuperó y borró por completo el terreno perdido visto en una ola de ventas de dos días, atribuida a los temores de que la propagación de ómicron afectaría los viajes y otras actividades durante las vacaciones, ya que los países imponen restricciones y las personas reducen el movimiento por su cuenta.

Cabe señalar que este miércoles, la Administración de Información de Energía (EIA) informó que los inventarios de crudo de Estados Unidos cayeron en 4.7 millones de barriles la semana pasada. 

Los analistas encuestados por S&P Global Platts, esperaban una caída de 3.9 millones de barriles en promedio, mientras que las fuentes dijeron que el Instituto Americano del Petróleo había informado el martes por la noche una caída de 3.67 millones de barriles, según información de MarketWatch.

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Sin embargo, los inventarios de gasolina aumentaron 5.5 millones de barriles frente a las expectativas de los analistas de 600,000 barriles y los datos de API de 3.7 millones de barriles.

La EIA dijo que las existencias de destilados aumentaron en 400,000 barriles. Los analistas esperaban una caída de 1.6 millones de barriles, mientras que se decía que los datos de API mostrarían una caída de 849,000 barriles.

Por último, las ganancias de los inventarios de petróleo se debieron a una disminución en la costa del golfo de Estados Unidos, en medio de un funcionamiento más fuerte de las refinerías.