Los precios del petróleo bajaron este viernes tras tocar máximos de seis semanas, ya que las preocupaciones por mayores restricciones en India y Brasil para frenar la pandemia del COVID-19 contrarrestan un panorama alcista para la demanda de combustible en el verano y la recuperación económica.
El crudo Brent cedió 1.31 dólares, o 1.9%, a 67.25 dólares el barril, en el último día de operaciones del contrato para junio. Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI) en Estados Unidos baja 1.43 dólares, o 2.2%, a 63.58 dólares el barril, de acuerdo con datos de MarketWatch.
Pese a las pérdidas de la jornada, el WTI acumuló un alza de 7.5% en el mes, mientras que el Brent subió 5.8%, con lo que ambos referenciales recuperaron terreno tras cerrar marzo con caídas.
Los precios estaban presionados también por la desaceleración del crecimiento de la actividad fabril en China, que fue inferior a lo esperado en abril, aunque un sondeo del sector privado mostró que la actividad de las fábricas japonesas se expandió en abril a su ritmo más rápido desde principios de 2018.
“La recuperación de la demanda pos-COVID-19 sigue siendo desigual y el aumento de casos en India sirve como recordatorio apropiado de que cualquier alza a 70 dólares es demasiado prematura”, dijeron analistas de Energy Aspects en una nota, añadiendo que es probable que este nivel no se alcance hasta el tercer trimestre de este año.
India, el tercer mayor consumidor mundial de crudo, atraviesa una profunda crisis, con hospitales y morgues desbordados, mientras el número de casos de COVID-19 superó los 18 millones el jueves.
El incremento de las cifras de infecciones y renovadas medidas de restricción de la movilidad “nos han obligado a revisar a la baja (las estimaciones de) la demanda india de gasolina y gasóleo” para 2021, dijo Eugene Lindell, analista sénior de JBC Energy.
El alza de los precios se produce a pesar de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados acordaron mantener los incrementos paulatinos a la producción durante los próximos meses, lo que provocará un aumento de la oferta.
La decisión del grupo conocido como OPEP+ fue interpretada como una señal de que los mayores productores confían en que la demanda se recuperará en 2021, a pesar de la reciente ola de contagios y la propagación de nuevas variantes del coronavirus.
En una señal positiva, los inventarios de destilados en Estados Unidos cayeron la semana pasada, mientras que la actividad de refinación aumentó, señal de que se observa una mayor demanda por productos petroleros, de acuerdo con datos publicados el miércoles por la Administración de Información de Energía.
Petroleras regresan a la rentabilidad en primer trimestre
Con información de Reuters