Los precios del petróleo cerraron mixtos este lunes, luego de tocar su mayor nivel en más de dos años, ya que la creciente producción de crudo en Estados Unidos y la reapertura retrasada en Reino Unido frenaron las expectativas de crecimiento de la demanda de combustible y la reducción de la oferta.
Los futuros del crudo Brent ganaron 17 centavos, o 0.2%, a 72.86 dólares por barril, su mayor nivel de cierre desde abril de 2019, de acuerdo con datos de MarketWatch.
Los futuros del West Texas Intermediate (WTI), en contraste, perdieron tres centavos, o 0.04%, a 70.88 dólares, después de que en la jornada alcanzaron su precio más elevado desde octubre de 2018.
El mercado reaccionó negativamente a un pronóstico de la Administración de Información Energética (EIA) que indicó que la producción de esquisto, que representa más de dos tercios del bombeo total de crudo en Estados Unidos, aumentará en julio.
“Comenzamos fuertes con las expectativas de que la situación de la demanda estaba cobrando impulso debido a las vacunas COVID-19”, dijo Phil Flynn, analista senior de Price Futures Group en Chicago. Sin embargo, los petroprecios perdieron impulso mientras transcurrieron las horas de la sesión, explicó.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo el viernes que espera que la demanda mundial vuelva a los niveles previos a la pandemia a finales de 2022, más rápido de lo previsto anteriormente.
La AIE instó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, conocidos como OPEP+, a aumentar la producción para satisfacer la creciente demanda.
El grupo ha restringido el bombeo para respaldar los precios después de que la pandemia golpeó la demanda en 2020, manteniendo un fuerte cumplimiento de los objetivos acordados en mayo.
El tráfico de vehículos motorizados está regresando a los niveles prepandémicos en América del Norte y gran parte de Europa, y hay más aviones en el aire a medida que se alivian los confinamientos, lo que ha propiciado tres semanas de alzas para los referenciales del petróleo.
Sin embargo, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, retrasó un mes los planes para levantar la mayoría de las restricciones restantes a la movilidad debido a la rápida propagación de una variante del coronavirus más infecciosa.
Previamente en la jornada, el ánimo fue fortalecido por la cumbre del G7, donde los países occidentales más ricos del mundo buscaron proyectar una imagen de cooperación en temas clave como la recuperación de la pandemia y la donación de 1,000 millones de dosis de vacunas a las naciones pobres.
Si la inoculación de la población mundial se acelera aún más, eso podría significar un retorno aún más rápido de la demanda que falta para alcanzar los niveles previos al COVID-19
señaló Louise Dickson, analista de Rystad Energy
Con información de Reuters