Los precios del petróleo cerraron con caídas este martes, revirtiendo las ganancias obtenidas en la jornada anterior después de que el gobierno de Estados Unidos anunció que planea permitir que Chevron negocie su licencia petrolera con el productor nacional de Venezuela. 

El contrato de junio de WTI de Estados Unidos bajó 0.83% para quedarse en 113.25 dólares por barril, mientras que el Brent del Mar del Norte para entrega en julio cayó 1.72% para situarse en 112.28 dólares por barril, de acuerdo con datos de Bloomberg.

Este retroceso en los precios del crudo se debe a que la administración de Joe Biden extendió el martes una licencia limitada a Chevron que le permite a la compañía petrolera mantener sus operaciones en Venezuela y negociar futuros contratos en un intento de alentar las conversaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición respaldada por Estados Unidos.

Con lo anterior, el Departamento del Tesoro está permitiendo que Chevron negocie su licencia con PDVSA, pero no permite más perforaciones ni un aumento de ingresos para el régimen. 

Mientras que el crudo también resintió la presión por las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien afirmó que no dudará en subir las tasas por encima del nivel neutral si es necesario.

Los cambios propuestos para aliviar algunas sanciones contra Venezuela “deben verse como un desarrollo positivo, pero no deben confundirse con un alivio inmediato al mercado ajustado que estamos experimentando en tiempo real”, aseguró Rebecca Babin, comerciante senior de energía de CIBC Private Wealth Management.

Los precios del petróleo han subido más del 50% este año en un entorno extremadamente volátil, ya que la guerra en Ucrania redujo los suministros, mientras que la demanda fuera de China —afectada por el virus– repuntó. 

Los suministros globales siguen tensos mientras que la Unión Europea está considerando prohibir el crudo ruso y la OPEP+ se opone firmemente a acelerar los aumentos de producción. 

Quienes más lo están resintiendo son los consumidores, que ya están percibiendo el aumento de los precios de los combustibles para el transporte en todo el mundo. 

El precio minorista promedio de la gasolina en Estados Unidos superó los 4.50 dólares por galón por primera vez, según el club de autos AAA, solo un par de semanas antes de la temporada de vacaciones de verano. 

Mientras tanto, en China, Shanghái no informó de nuevas infecciones de COVID-19 en la comunidad en general por tercer día consecutivo, alcanzando un hito crucial que, según las autoridades, les permitirá comenzar a deshacer las restricciones de castigo. 

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