Los precios del petróleo cierran con ganancias este miércoles después de que los inversionistas sopesan el impacto de la variante ómicron del COVID-19 en la economía mundial y la demanda de combustible.
Al cierra del mercado, el contrato de enero de WTI de Estados Unidos subió 0.81%, a 72.63 dólares; mientras que el Brent del Mar del Norte para entrega en febrero ascendió 0.80%, a 76.04 dólares por barril, de acuerdo con información de Bloomberg.
Después de caer más del 16% desde el 25 de noviembre a alrededor de 69 dólares el barril, los precios del crudo Brent se han recuperado más de 8% desde el 1 de diciembre, según Reuters, una señal de que ómicron ha tenido un impacto limitado en la demanda de petróleo.
“Se ha corregido alrededor de dos tercios de la caída de precios anterior, una caída que había sido provocada por las preocupaciones de demanda provocadas por la nueva variante ómicron. Estos ahora parecen exagerados”, dijo Commerzbank en una nota.
Sin embargo, los reportes de que el primer ministro británico, Boris Johnson, estaba listo para endurecer las restricciones de COVID-19 revivieron los temores de una desaceleración de la actividad económica.
Mientras tanto, el American Petroleum Institute estimó que los inventarios de crudo en el centro de almacenamiento de los Estados Unidos en Cushing, Oklahoma, aumentaron en 2.4 millones de barriles la semana pasada, el mayor aumento desde febrero.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, incluida Rusia, OPEP+, optaron por mantener su calendario de aumentar la oferta en 400.000 bpd cada mes, a pesar de los temor a que la nueva variante socavara la demanda.
Algunos participantes del mercado creen que la administración de Joe Biden podría intervenir de nuevo para bajar los precios siguiendo el compromiso de vender inventarios de crudo de reservas estratégicas.