Los precios del petróleo cerraron con profundas caídas este miércoles debido a un aumento mayor al esperado de inventarios en Estados Unidos y el alza de contagios de COVID-19 en todo el mundo.
El contrato de diciembre del WTI de Estados Unidos cayó 5.1%, a 37.39 dólares por barril, y el crudo Brent del Mar del Norte retrocedió 5.5%, a 39.12 dólares, de acuerdo con MarketWatch.
Es el nivel de cierre más bajo para el Brent desde el 12 de junio y para el WTI, desde el 2 de octubre, además de la mayor pérdida porcentual diaria para ambos contratos desde el 8 de septiembre.
Los inventarios de crudo aumentaron en 4.3 millones de barriles, a 492.4 millones, muy por encima de las expectativas de analistas de un incremento de 1.2 millones, según datos de la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) y su mayor alza desde julio.
Las existencias de gasolina disminuyeron en 892,000 barriles, en comparación con un descenso esperado de 961,000 barriles. Los inventarios en el centro de entrega en Cushing, Oklahoma, decrecieron en 422,000 barriles, informó la EIA.
El aumento de la producción de petróleo llevó a una inesperada acumulación de crudo, y dados los confinamientos adicionales que estamos viendo en Europa son más malas noticias para el mercado del petróleo
dijo Andy Lipow, presidente de la consultora Lipow Oil Associates
Estados Unidos, Rusia, Francia y Alemania se encuentran entre los países registraron cifras récord de casos de COVID-19 en los últimos días y los gobiernos europeos están aprobando nuevas restricciones para intentar frenar el fuerte crecimiento de los brotes, lo que amenaza con desacelerar la recuperación de la demanda.
A escala mundial, el número de infecciones superó 44 millones este miércoles, con un saldo mayor a 1.1 millones de defunciones, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
Los operadores dijeron que los precios del crudo también se vieron afectados por la disminución de las perspectivas de un rápido acuerdo para un nuevo estímulo fiscal en Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció el martes que es probable que se acuerde un plan de ayudas después de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, ya que la Casa Blanca no fue capaz de superar las diferencias con los republicanos en el Senado y con los demócratas en el Congreso.
Wall Street también fue arrastrado por los temores sobre el COVID-19
Los mercados petroleros se ven igualmente presionados por la producción de Libia, que se espera rebote a un millón de barriles por día en las próximas semanas, situación que generará un exceso de oferta en el mercado.
En tanto, las compañías energéticas y los puertos de la costa estadounidense del Golfo de México se prepararon para el impacto del huracán Zeta, que avanza por la zona, y frenaron dos terceras partes de la producción hasta este miércoles.
Con información de Reuters