Los precios del petróleo cayeron con fuerza este viernes por un alza del dólar, mientras el mercado espera que la oferta de crudo aumente en respuesta al regreso de los precios sobre los niveles previos a la pandemia.
El West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos bajó 2.03 dólares, o 3.2%, a 61.50 dólares por barril; mientras el Brent de Mar del Norte para abril que expiró este viernes, cayó 75 centavos, o un 1.12%, a 66.13 dólares por barril.
No obstante, en febrero, el WTI avanzó 17.8% y el Brent de Mar del Norte, 18.3%.
El dólar subió en una rueda en la que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense se mantuvieron cerca de un máximo en un año, lo que hace al crudo -que cotiza en el billete verde- más costoso para los tenedores de otras monedas.
La baja del viernes reflejó una toma de ganancias después de que tanto el Brent como el WTI subieran casi un 20% en el mes por interrupciones a los suministros en Estados Unidos y por el optimismo sobre la recuperación de la demanda gracias a los programas de vacunación contra el COVID-19.
Los inversionistas están apostando a que la reunión de la próxima semana de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, un grupo conocido como OPEP+, dará como resultado el regreso de más oferta al mercado.
La producción de petróleo en Estados Unidos cayó en 58,000 barriles por día a 11.063 millones de bpd en diciembre, informó el viernes la Administración de Información de Energía (EIA) en su reporte mensual.
Los precios del crudo estadounidense también se enfrentan a la presión de una menor demanda de las refinerías, después del cierre de varias instalaciones de la costa del Golfo durante una tormenta invernal de la semana pasada.
Instalaciones que representan una capacidad de refinación de alrededor de 4 millones de bpd aún están cerradas y podría tomar hasta el 5 de marzo para que se reinicien totalmente, aunque existe riesgo de retrasos, dijeron analistas de JP Morgan en una nota esta semana.
Además, los precios del crudo están bajo presión ante la tensión en Oriente Medio después de que Estados Unidos atacó instalaciones en Siria utilizadas por milicias respaldadas por Irán, dejando al menos 17 muertos. Las medidas fueron en represalia por los recientes ataques con cohetes contra ubicaciones de tropas estadounidenses en Irak, de acuerdo con el Pentágono.
Con información de Reuters