Al inicio del segundo semestre de 2022, el peso mexicano se ubica entre las pocas monedas emergentes que acumulan una apreciación anual frente al dólar; sin embargo, no se descartan presiones en los próximos meses.

La moneda azteca se aprecia 1.38% hasta el 1 de julio, lo que la ubica como una de las cuatro divisas de economías emergentes más destacadas en lo que va de este año, por detrás del sol peruano, el real brasileño y el rublo ruso.

De una canasta de 23 monedas, 19 de ellas registran depreciaciones, de acuerdo con datos de Bloomberg.

Incluso, el peso cerró el primer semestre con una apreciación de 1.85%, según el precio de referencia de Banco de México (Banxico), su mayor ganancia para un periodo igual desde 2019.

El peso es la segunda divisa emergente más líquida a nivel global, detrás del yuan chino y que además opera las 24 horas del día, por lo que es usado para especular sobre el desempeño de otras monedas, lo que ha favorecido su apreciación.

Exportaciones y remesas, clave

Dos de los principales factores que explican el buen desempeño del peso ante su par estadounidense son el crecimiento tanto de las exportaciones como de las remesas.

Está el factor de exportaciones y remesas mexicanas. El crecimiento implica un mayor flujo de dólares hacia el país

dijo Jesús López, subdirector de análisis económico en Banco Base.

La moneda nacional se ha apreciado a la par de otras divisas de países productores de materias primas, a pesar de que las exportaciones mexicanas son principalmente manufacturas.

De acuerdo con series originales, en los primeros cinco meses del año, las exportaciones muestran un crecimiento de 18.47%, respecto al mismo periodo del 2021.

En tanto, las remesas familiares que envían los connacionales a México volvieron a marcar un récord en mayo, al ingresar 5,172 millones de dólares, y en los últimos doce meses registraron un flujo acumulado de 54,809 millones.

Impulso de tasa de interés y calificación crediticia

Para Alejandro Saldaña, economista en jefe de Banco Ve por Más (Bx+), el ciclo de alzas a la tasa de interés de Banxico y el hecho de que México mantiene el grado de inversión son elementos que juegan a favor del peso.

México estaría pagando un buen diferencial de tasas contra lo que se puedan comprar en dólares, lo que es atractivo. Las inversiones en pesos pueden generar cierto interés por parte de inversionistas internacionales

comentó.

Banxico elevó su tasa de interés en 75 puntos base, para ubicarla en 7.75%, y las expectativas apuntan a que puede llegar hasta 10% al cierre del año debido a la alta inflación que afecta el poder adquisitivo de la población.

Mientras que en mayo Fitch Ratings ratificó la calificación crediticia de México con perspectiva estable. Las agencias Moody’s y Fitch mantienen una nota que tiene al país en grado de inversión, aunque con perspectiva negativa.

Fed será el punto de presión en segundo semestre

La adopción de una política monetaria más restrictiva por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha provocado episodios de volatilidad en el peso, y puede presionarlo hacia el cierre de 2022 por el fortalecimiento del dólar.

La tendencia debería de ser al alza para el tipo de cambio en el segundo semestre incorporando a una Fed subiendo las tasas de interés con más agresividad

aseguró Saldaña.

En este escenario, López dijo que Banco Base incluso ve un repunte por encima de 22 pesos por dólar de forma temporal. Para Bx+, el estimado es de 21.40 a diciembre de este año.

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