Pershing Square Capital Management, de Bill Ackman, registró un segundo rendimiento récord consecutivo en 2020, ya que una apuesta en los primeros días de la pandemia ayudó al fondo a lograr un rendimiento de 70%.

El inversionista multimillonario dijo que Pershing Square tuvo un rendimiento neto del 4.6% solo en diciembre. Los resultados anuales eclipsaron la ganancia del 16% en el S&P 500 y superaron el récord de Ackman en 2019 de alrededor del 58%, reporta Bloomberg.

Las victorias consecutivas marcan un retorno impresionante para Ackman, cuyo fondo acumuló anteriormente tres años consecutivos de pérdidas después de una desastrosa apuesta por Valeant Pharmaceuticals y una desafortunada campaña de venta en corto en Herbalife Nutrition, entre otros, recordó la agencia especializada de noticias.

El año marcó un retorno para los fondos administrados por humanos, después de años de ser superados por las estrategias cuantitativas impulsadas por computadoras.

Fuerte apuesta

El desempeño de Pershing Square en 2020 fue gracias a una lucrativa cobertura crediticia que Ackman implementó en el periodo previo a la crisis del coronavirus y la posterior liquidación del mercado.

Ackman dijo en abril que estaba tan preocupado por el impacto potencial del coronavirus que había considerado liquidar toda la cartera de Pershing Square antes de optar por una estrategia de cobertura crediticia.

La apuesta dio sus frutos, devolviendo alrededor de 2,600 millones de dólares a Pershing Square cuando se vendió en marzo, o aproximadamente 100 veces el tamaño de la inversión original. Ackman utilizó las ganancias para hacer lo que llamó una ‘apuesta de recuperación’ en la economía, aumentando las participaciones en empresas de cartera y reinvirtiendo en otras, incluida Starbucks.

Más tarde, la atención de Ackman se centró en su empresa de cheques en blanco, Pershing Square Tontine Holdings Ltd.

En julio, la empresa de adquisiciones con fines especiales, o SPAC, recaudó 4,000 millones de dólares en una oferta pública inicial, más un compromiso de 1,000 millones de dólares de Pershing Square, buscando una empresa privada para hacer pública. Ackman había mantenido conversaciones con Airbnb, Stripe y otros.