Después de la tormenta, vienen las compras. Los mercados financieros de todo el mundo sufrieron estragos la semana pasada y perdieron hasta 2.2 billones de dólares en valor tan solo en la sesión del jueves pasado, de acuerdo con datos de Bloomberg.

No obstante, tras las bajas generalizadas, ciertos activos comenzaron a despertar el interés de los inversionistas. Uno de ellos fue el Fondo Cotizado en Bolsa (ETF) EEM, que replica acciones de empresas ubicadas en países emergentes como China, Corea del Sur y Taiwán.

“Los emergentes (EEM) están tocando fondo y soportes muy importantes; creo que van a despegar de una manera impresionante”, dijo Ezequiel Quiroz, analista de La Venta Advisors.

Las caídas del miércoles y jueves llevaron al EEM a perder su nivel clave de 40 dólares por unidad, algo que no sucedía desde abril desde el 2017 y justamente el castigo que han sufrido este tipo de activos, los vuelve más atractivos para los inversionistas, que pueden aprovechar precios bajos en vísperas de obtener buenos rendimientos.

“Nos parece que estamos en un punto en el cual el castigo sobre los emergentes fue bastante, vemos un descuento y empezamos a verlos como una opción”, dijo Guillermo Delgado, director de operaciones en Black Wallstreet Capital.

Año difícil

En semanas pasadas, algunas economías emergentes han estado en el ojo del huracán.

Turquía y Argentina han atravesado por momentos en que sus monedas, mercados accionarios y el precio de sus bonos se han desplomado.

Turquía fue víctima de presiones inflacionarias, amenazas a la autonomía del banco central y temores de tensiones comerciales con Estados Unidos. Argentina se encuentra enfrascada en una crisis económica constante y con altos niveles de endeudamiento en dólares. A lo anterior se suma que el Fondo Monetario Internacional le otorgó un préstamo por 50,000 millones de dólares, causando el descontento de su población.

Sudáfrica se encuentra inmersa en una recesión económica, lo cual se suma a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

Y no sólo han tenido que atravesar sus propios problemas, el plano internacional también los ha afectado, como el fortalecimiento del dólar, las alzas de tasas de la Reserva Federal y el incremento en las tasas de bonos del Tesoro de Estados Unidos.

Pero el panorama se avisora menos complejo. En el plano fundamental, las economías emergentes tienen mejores perspectivas de crecimiento que las desarrolladas.

El bloque de emergentes tiene previsto crecer 4.68% en el 2018 y 2019, por el contrario, las economías desarrolladas crecerán alrededor de 2.36% este año y 2.13% el próximo, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional.

“El 2018 ha sido un periodo de ajuste para los países emergentes; económicamente se están estabilizando como región y se espera que 2019 sea un mejor año”, comentó Gerardo Herrera, director de comunicación de la firma Riskmathics.

 

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