Los mercados financieros de Turquía experimentan nuevos episodios de volatilidad, debido a que el terremoto que azotó al país el lunes supone más presiones para su economía.
Turquía enfrenta una tormenta perfecta derivado de la injerencia del gobierno en las decisiones del banco central, la elevada inflación, así como las afectaciones de la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania.
A esto se sumó el terremoto de 7.8 grados en escala de Richter que dejó casi 6,000 personas fallecidas en Turquía, de acuerdo con cifras oficiales del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan hasta el martes.
El sismo también afectó la zona norte de Siria, donde el terremoto fue de 7.5 grados en escala de Richter. En total, la cifra letal en ambos países supera las 7,000 personas.
Turquía ha presentado desde hace varios años un escenario muy complejo en su economía y el terremoto seguramente tendrá un efecto importante en el crecimiento del país
dijo Carlos González, director de análisis y estrategia bursátil en Monex.
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Bolsa se hunde: registra su peor día desde 2021
La bolsa de Estambul, el índice BIST 100, comenzó a caer desde la jornada del lunes mientras surgían las noticias relacionadas a la catástrofe.
Tal fue el impacto que el centro bursátil turco, Borsa Istanbul, anunció la suspensión temporal de transacciones de acciones de varias empresas en la zona del sismo, lo que redujo de forma considerable el volumen de operaciones.
El BIST 100 cerró con una caída de 1.35% el lunes y añadió un retroceso de 8.62% el martes, para anotar su peor sesión desde marzo de 2021. Las bajas fueron lideradas por las acciones de bancos.
La bolsa de Estambul cerró el martes en 4,505.34 unidades, el nivel más bajo en casi tres meses. El índice ha sido visto como una cobertura contra la inflación y dio rendimientos a lo largo del año pasado.
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Lira turca toca nuevo mínimo
La lira turca es una de las monedas más depreciadas en los últimos años, en medio de una desconfianza persistente sobre el país que ha provocado la salida de capitales.
El lunes la divisa tocó un nuevo mínimo histórico de 18.85 unidades por dólar, además de marcar mínimos ante el euro y la libra británica tras las noticias del sismo.
De 2018 a la fecha la lira es una de las monedas de economías emergentes más depreciadas. En ese año Erdogan comenzó a restar autonomía al banco central.
Con la lira se seguirá observando el fenómeno de las políticas que ha estado implementado Erdogan. Es el principal factor de incertidumbre en el país y se podría ampliar en los siguientes meses
comentó James Salazar, subdirector de análisis económico en CIBanco.
El Banco Central de Turquía recortó la tasa de interés de referencia en respuesta a la pandemia, a su nivel actual de 9%, a pesar del repunte sostenido de la inflación, algo que va en contra de la ortodoxia económica.
Los miembros del ente monetario tienen poca voz, pues Erdogan ha despedido a los banqueros que han tomado medidas en contra de su visión del manejo de las decisiones de política monetaria.
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¿Qué esperar?
Los analistas consideran que el panorama económico para Turquía ya era desalentador y la destrucción generada por el terremoto representa un golpe extra para el país.
El gobierno turco informó sobre más de 11,000 edificios derrumbados, de los cuales casi 6,000 habían sido confirmados hasta el martes. Según las autoridades, alrededor de 380,000 buscaban alojamiento.
La inflación en Turquía mostró señales de desaceleración en los últimos meses, al pasar de 85% en octubre a 64% en diciembre, mientras que el banco central dijo que espera que baje hasta 22.3% al cierre de este año.
Sin embargo, la catástrofe de esta semana complica el escenario macroeconómico, a lo que se suman las expectativas de que Erdogan, quien es presidente desde 2014, gane las elecciones de mayo de este año.
De acuerdo con Bloomberg, las probabilidades que da el consenso del mercado a que la lira turca caiga a un nuevo mínimo histórico de 25 unidades por dólar al cierre de 2023 son del 60%.