Las señales de una desaceleración de la economía mundial han puesto en guardia a los bancos centrales más importantes del mundo, mientras que, en México, representa la oportunidad de reducir el precio del dinero, es decir, la tasa de interés.
Débiles exportaciones, una menor demanda interna afectada por problemas en la industria automotriz y la caída en el comercio internacional han aumentado el riesgo de una recesión en Europa.
Creemos que la economía europea requiere un apoyo continuo de la política monetaria. ¿Por qué? El año pasado hubo una marcada desaceleración en la actividad económica y la inflación sigue siendo baja. Por lo tanto, las condiciones financieras más estrictas supondrían un riesgo para el crecimiento de la región
escribió Elga Bartsch, economista de Blackrock Investment Institute.
A inicios de marzo el Banco Central Europeo (BCE) retrasó la primera alza de su tasa de interés y dará a los bancos otra ronda de préstamos baratos para mantener la liquidez –programa conocido como como TLTRO– para que los bancos puedan refinanciar poco más de 720,000 millones de euros en créditos con el BCE.
Lo anterior en un escenario en el que el Producto Interno Bruto (PIB) del bloque monetario creció 1.8% en 2018 desde una tasa de 2.4% en 2017, afectado principalmente por una desaceleración de las exportaciones.
“La economía de la zona euro es más abierta que la de Estados Unidos, y sintió más severamente la desaceleración del crecimiento del comercio mundial el año pasado”, dijo Bartsch.
El Banco de Japón, en tanto, mantuvo en marzo su tasa de interés en -0.1% y dijo que continuará con los estímulos monetarios ante la expectativa de débiles exportaciones.
Banxico y la Fed
En México, la desaceleración que ha tenido la inflación abre la puerta para que Banco de México (Banxico) disminuya su tasa de interés este año.
En la ultima encuesta de expectativas de Citibanamex el consenso de los especialistas consultados ajustó su estimación para el nivel de la tasa de referencia para finales de 2019; la mediana ahora se ubica en 8.00%, desde el actual 8.25%.
La fecha mediana para este movimiento en la tasa de referencia aún es noviembre de 2019, y para 2020, el consenso anticipa que la tasa de referencia cierre en 7.50%.
Mientras tanto, en Estados Unidos, la Reserva Federal redujo ligeramente su expectativa de crecimiento para este año a 2.1 desde 2.3%, mientras que para 2019 prevé 1.9, desde un estimado de 2%.
En su comunicado de política monetaria, la Fed dijo este miércoles que, aunque en enero el mercado laboral se mantuvo fuerte, el crecimiento de la actividad económica se desaceleró desde el cuarto trimestre de 2018, por lo que mantuvo su tasa de interés referencial en un rango de 2.25 a 2.5%, mientras que el diagrama de puntos no estima ningún aumento más este año.
“Si bien el tono de la decisión de hoy presentó pocas sorpresas respecto a lo anticipado y a la postura fijada durante enero, este comunicado cristaliza las preocupaciones sobre el crecimiento al recortar en 20 puntos base las estimaciones para 2019. Este movimiento va de la mano con un mayor pronóstico de desempleo y una menor inflación para el año en curso”, escribieron en un reporte economistas de Monex.
De esta manera, si bien se reflejan los impactos de la desaceleración global y el desvanecimiento de los estímulos fiscales, también se muestra que la percepción al interior de la junta es que el daño sobre la economía estadounidense será acotado.
Luego del anuncio de la Fed el peso se apreció 1.0% frente al dólar, con lo que el tipo de cambio cerró en 18.8270 pesos, el mejor nivel para la moneda mexicana desde que Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como presidente..