Las acciones de Deutsche Bank, el principal prestamista alemán, amplían sus pérdidas este martes por dudas de inversionistas de que el nuevo presidente ejecutivo pueda revitalizar la entidad reduciendo el tamaño del banco de inversión y volviendo a sus raíces como el banco de la Alemania corporativa.
El presidente ejecutivo, Christian Sewing, desde hace poco más de un año, y su jefe financiero, están embarcados en un programa para explicar la reestructuración.
Sewing planea invertir una cuarta parte de su salario fijo en acciones de Deutsche, según una persona con conocimiento de la decisión.
Las acciones del prestamista alemán cerraron con una pérdida de 3.45% a 7.28 dólares en la Bolsa de Nueva York.
El precio de las acciones ha caído hasta 10% desde el anuncio de reestructuración del domingo, que incluye un recorte de 18,000 puestos de trabajo en una “reinvención” de 7,400 millones de euros (unos 8,290 millones de dólares). Se trata del mayor declive de dos días en casi tres años.
Analistas e inversionistas dicen que Sewing tiene razón al recortar las mesas de operaciones de Deutsche, pero se preguntan si puede hacer que el plan funcione en la práctica, ya que las tasas de interés siguen siendo bajas y los bancos estadounidenses han incrementado su participación en el mercado alemán.
“Parece que hay algunas preocupaciones sobre los detalles del plan, sobre todo la capacidad del banco de retener ingresos mientras rebaja costos”, dijo uno de los 25 principales accionistas, citando dudas sobre la posibilidad de que el banco necesite más acciones para ejecutar el plan de Sewing.
Analistas de RBC Capital Markets escribieron que el panorama del banco sobre crecimiento de ingresos es “ambicioso” y que hay un alto grado de riesgo asociado con la implementación del plan.
La agencia calificadora Fitch, que rebajó el mes pasado la calificación del banco a ‘BBB’, la más baja de la categoría de inversión, indicó que “reducir las ventas y actividades comerciales volátiles, de capital intensivo y flojo desempeño, así como rebajar aún más la base de costos, debería mejorar la rentabilidad y reforzar el apalancamiento, pero los riesgos de ejecución son altos”.
Con información de Reuters