El expresidente Fernando de la Rúa, cuyo gobierno cayó en medio de la peor crisis de la historia reciente de Argentina, falleció en la madrugada de este martes a los 81 años de edad, tras una larga convalecencia por enfermedades cardíacas y renales.

De la Rúa había sido hospitalizado la noche del lunes en un sanatorio de Buenos Aires.

El anuncio fue hecho al país por el presidente Mauricio Macri en un mensaje en las redes sociales, donde realizó un reconocimiento a su “trayectoria democrática”.

La crisis

De la Rúa fue líder de un sector conservador de la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR) y rival histórico dentro del partido del expresidente Raúl Alfonsín, padre de la recuperación democrática después de la última dictadura.

Asumió el poder al frente de una alianza antimenemista en 1999, pero una recesión que heredaba se agudizó, en tanto aparecían casos de corrupción como uno de sobornos a senadores para que se aprobara en el parlamento una ley de flexibilidad laboral que eliminó derechos de los trabajadores.

A causa de las denuncias de corrupción renunció el vicepresidente, Carlos ‘Chacho’ Álvarez, dirigente de un sector peronista de centroizquierda.

La desconfianza sobre la economía -que ya estaba deprimida y con tasas de pobreza altas- creció, mientras que el gobierno fue incapaz de tomar medidas firmes debido al rígido sistema cambiario, que ató el tipo de cambio en una relación de un peso igual a un dólar y que duró una década.

El padre de la convertibilidad había sido el economista liberal heterodoxo Domingo Cavallo, exministro de Economía del gobierno peronista de derecha de Carlos Menem  y luego designado de nuevo en el puesto por De la Rúa cuando la crisis económica arreciaba.

En diciembre de 2001 estalló finalmente una crisis y ante la nefasta perspectiva, muchos argentinos sacaron masivamente sus ahorros en dólares de los bancos, lo que llevó a De la Rúa a congelar los depósitos por casi 70,000 millones de dólares, medida que se conoció como “corralito”.

Forzado por una rebelión popular con decenas de miles de personas en las calles, De la Rúa firmó su renuncia el 20 de diciembre de 2001.

Salida en helicóptero

Tuvo que marcharse en un helicóptero desde la azotea de la casa de gobierno, rodeada de manifestantes.

No lo hice escapando de nada. En ese momento, no advertí la dimensión del golpe que se había producido,

afirmó años después durante una entrevista en la que admitió que fue un error el  helicóptero.

Para completar su periodo de gobierno, la Asamblea Legislativa nombró en la presidencia al peronista conservador Adolfo Rodríguez Saá, quien declaró el default de la deuda con acreedores privados por casi 100,000 millones de dólares. Una semana después tuvo que renunciar.

La Asamblea nombró entonces a otro peronista, Eduardo Duhalde, quien en medio de la crisis llamó a elecciones en 2003, año en que empezó la era de 12 años de gobiernos del matrimonio Kirchner, primero Néstor y después Cristina, peronistas de centroizquierda.

Los problemas de salud

De la Rúa presentó problemas de salud desde hace años. Y ya había sido hospitalizado a principios de este año para someterse a una intervención quirúrgica por un delicado cuadro cardiovascular.

Tras una larga convalecencia de la que pudo recuperarse, volvió a ser internado en mayo debido a una complicación renal.

La última vez que se presentó en público fue como invitado a la función de gala que el gobierno ofreció en el Teatro Colón, templo de la lírica, en noviembre pasado en el marco de la cumbre del G20.

Con información de Reuters y AFP