En noviembre se cumplieron cinco años desde que se hizo el último debut de una empresa en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), una sequía que al parecer se prolongará por más tiempo debido a una serie de dificultades que atraviesa el mercado bursátil.

Las compañías mexicanas no tienen interés en este momento por obtener financiamiento en la bolsa, ni los empresarios de compartir sus negocios con el público inversionistas con la emisión de acciones.

En entrevista con EL CEO, el director general de la BMV, José-Oriol Bosch Par, compartió que son diversas las razones por las que no se llevan a cabo Ofertas Públicas Iniciales (OPIs) en el centro accionario. 

 

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Bajo crecimiento económico ‘ahuyenta’ a empresas

Los últimos años han sido duros para la economía mexicana, que aún se recupera del golpe que asestó la pandemia de COVID-19. En este escenario es menos común ver salidas a bolsa en cualquier parte del mundo.

Cuando hay una expectativa de crecimiento económico alta es cuando hay colocaciones. Es muy simple, cualquier empresa que quiera crecer lo tiene que hacer vía capital, vía deuda, vía crédito o algún otro tipo de financiamiento

dijo Oriol Bosch.

El CEO de la BMV recordó que en la década pasada el mercado bursátil se benefició del mexican moment, pues una serie de reformas del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto dieron pie a los debuts de Volaris, Lala, Grupo México Transportes, entre otras empresas.

Ahora las expectativas de crecimiento para la economía nacional no son tan altas y los empresarios no ven oportunidad de fortalecer su estructura financiera y expandir sus negocios mediante colocaciones accionarias.

Un ejercicio reciente realizado por este medio a partir de diferentes proyecciones apunta a que el PIB de México tendrá un crecimiento de 2.5% para este año y de apenas 1% en 2023.

El crecimiento de México debería ser mucho mayor a las expectativas de 2% (…) En los últimos 10, 20, 30 años el promedio (de crecimiento del PIB) ha sido del 2%, más o menos con los picos que hemos tenido

mencionó Oriol Bosch.


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Tasas de interés altas

Los bancos centrales de todo el mundo bajaron las tasas de interés en 2020 para estimular la economía. Sin embargo, eso disparó la inflación y los obligó a endurecer la política monetaria con subidas drásticas que se intensificaron este año y continuarán en 2023.

Cuando hay aumentos tan acelerados a las tasas también incrementa el costo de financiamiento para las empresas y esto ha abonado a que la bolsa de valores no sea una alternativa viable en este momento.

La empresa dice ‘oye, voy a levantar nuevo financiamiento a una tasa de interés mayor todavía a la soberana y necesito que mis proyectos me den una tasa todavía superior para poder justificarlo’, ahí es donde se ha frenado un poco

explicó el director de la BMV.

De lado de los inversionistas, instrumentos como las acciones tienden a caer en estos periodos y afectan las valuaciones de las empresas, mientras que otros como los Certificados de la Tesorería (Cetes) ganan atractivo por las tasas que pagan.

Valuaciones bajas

Cuanto mayor es el crecimiento de un país, mejores van a ser las valuaciones de las empresas y habrá mayor interés por salir a bolsa, ya que esta es considerada un termómetro del estado de salud de una economía.

Oriol Bosch explicó que, en términos de dólares, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) —que es el principal índice bursátil de la BMV y de México— tocó su máximo histórico en abril de 2013, hace casi nueve años.

Desde ese momento acumula una caída de 25% debido a la depreciación del tipo de cambio, que en ese entonces estaba alrededor de 12 pesos por dólar mientras que en la actualidad es de poco más de 19 unidades por dólar.

La valuación de las empresas está baja contra otros mercados con los que nos podamos comparar, entonces si está caro vendo, si está barato compro. Si las empresas están viendo que las valuaciones no son muy altas, entonces no hay OPIs

dijo.

Las bajas valuaciones se reflejan en múltiplos como precio/utilidad neta o precio en relación al flujo operativo de una empresa, lo que quiere decir que en la actualidad el precio de las acciones de las emisoras no reflejan el valor real de sus negocios.

Es por esta razón que empresas de países emergentes como México han optado por salir a bolsa en mercados más desarrollados, por ejemplo, el de Estados Unidos, donde se otorgan valuaciones altas.

Nearshoring, una oportunidad

Un nuevo mexican moment puede llegar de la mano de la relocalización de cadenas de suministro ya que México está siendo beneficiado por una mayor actividad comercial, principalmente en el norte del país.

Oriol Bosch refirió que este nuevo boom del nearshoring ya se está viendo en el mercado de deuda, gracias en gran medida a que las compañías retomaron proyectos que frenaron por la pandemia.

De hecho, el monto de colocaciones de deuda de largo plazo este año en la BMV será alrededor de 75% mayor que en 2021, a pesar de las elevadas tasas de interés, de acuerdo con el director del centro bursátil.

Creo que es un momento en donde México tiene si no todos, casi todos los astros alineados y ojalá se aproveche esa oportunidad y lo veamos en las empresas y en el mercado, eso ayudaría a todos

Aun así, la BMV no espera ver un debut en el corto plazo. “Nosotros no prometemos cosas que no cumplimos y ese es otro de nuestros diferenciadores: la reputación”, aseveró Oriol Bosch. 

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