Los inversionistas han encontrado en los bonos mexicanos un instrumento con bajo nivel de riesgo y elevado rendimiento, en medio de los temores del impacto económico mundial que puede tener el Covid-19, nombre científico del coronavirus de Wuhan.

Los extranjeros alcanzaron una tenencia histórica de bonos mexicanos a largo plazo. Al cierre del 7 de febrero, la tenencia sumaba un récord de 1.95 billones de pesos. Así, los inversionistas foráneos han agregado 94,659 millones de pesos a sus posiciones en instrumentos nacionales de este tipo.

Para un fondo extranjero, los bonos mexicanos son atractivos porque la tasa que ofrecen no la encuentras en otro lado

dijo Amín Vera, director de análisis económico de Black WallStreet Capital.

El rendimiento de los bonos mexicanos ocupa el quinto lugar entre los países emergentes, al pagar 6.55%, y se ubican detrás de Líbano, Turquía, Nigeria y Sudáfrica. Sin embargo, del top 5, México es el único país que tiene grado de inversión.

La calificación crediticia determina la capacidad de pago de quien emite los bonos. Mientras más baja es la calificación crediticia, es más probable que no pueda cumplir con sus compromisos financieros.

El apetito de los inversionistas ha llevado al rendimiento de los bonos mexicanos a 10 años denominados en pesos (M10) a su mejor nivel desde noviembre de 2016. En la jornada del miércoles, el rendimiento de los M10 era de 6.55%, 36 puntos base menos que en el cierre del 2019.

Una mayor demanda del público inversionista por instrumentos de renta fija hace que el rendimiento baje y el precio suba. Un M10 cotizaba en 113.73 pesos.

El diferencial entre los M10 y los treasuries a 10 años de Estados Unidos también son un punto de apoyo para los instrumentos mexicanos.

En promedio, los últimos cinco años, el diferencial de rendimiento entre ambos instrumentos es de 472 puntos base. El miércoles, la diferencia entre los M10 y los treasuries era de 498 puntos base, de acuerdo con datos de Bloomberg.  “El diferencial sigue siendo muy atractivo”, comentó Vera.

Al elevado rendimiento se agrega que el riesgo país de México, medido a través de los Credit Default Swaps (CDS), se ubica en su nivel más bajo desde el 9 de septiembre de 2014. Ayer los CDS mexicanos a cinco años cerraron en 73.01 puntos.

Los CDS son una especie de seguro en contra del impago de un bono emitido por un gobierno o empresa. Para los inversionistas, es un barómetro del riesgo de incumplimiento.

Esto en un contexto de una alta liquidez que impera a nivel mundial, que lleva a los inversionistas extranjeros a buscar activos con mayores rendimientos. Las recientes inyección de liquidez de la Reserva Federal por medio de operaciones repo, se suman a los programas de alivio monetario del Banco Central Europeo y las recientes inyecciones del Banco Popular de China.

El apetito por bonos mexicanos puede continuar los próximos meses, ya que se tiene previsto que Banco de México disminuya su tasa de interés a 6.50% desde el actual 7% en el que se encuentra.

Un recorte en la tasa de interés hace que los bonos que están en circulación ganen más atractivo entre inversionistas, ya que las nuevas colocaciones no darán el rendimiento actual.

Por el momento, los temores que existen sobre el impacto económico que puede tener el COVID 19, ha provocado cierta cautela entre los inversionistas, quienes han optado por instrumentos de baja volatilidad (como bonos).

Hasta el miércoles se habían registrado 75,309 infectados por el COVID 19 y 2,014 muertes.