La época de incertidumbre que ha pesado los últimos meses -a nivel local e internacional-, elevadas tasas de interés en México y aversión al riesgo, se han hecho notar en las últimas colocaciones de bonos corporativos mexicanos.
De las 48 emisoras que componen el índice FTSE Biva, de la Bolsa Institucional de Valores, 38 han recurrido al mercado a colocar deuda los últimos años y destacan dos compañías: Genomma Lab y Volaris, que han sido las únicas que pagan rendimientos de doble dígito, entre los bonos más operados.
El cupón, la calificación (el nivel de riesgo o posibilidad que no nos paguen) y el vencimiento (cuánto tiempo nuestro capital se va a quedar inmovilizado) debe ser lo primero que alguien interesado en invertir en bonos debe fijarse
dijo Eugenio Gallegos, analista financiero y bursátil independiente.
En marzo de 2018, Genomma Lab, dedicada a productos de cuidado personal y farmacéutica, acudió al mercado para recaudar 2,450 millones de pesos con un bono a vencer en tres años y un cupón de 10.35%.
Un cupón es el interés que tienen derecho de recibir los titulares de un bono. La manera más frecuente de pagar un cupón es de forma anual.
A finales de junio de este año, la aerolínea Volaris colocó 1,500 millones de pesos en deuda, con un bono a cinco años y un cupón de 10.23%.
Aunado al rendimiento prometido de doble dígito, ambos bonos tienen grado de inversión, lo cual determina que la posibilidad de impago por parte de las empresas es reducida.
Mientras los bonos de Genomma Lab y Volaris pagan un rendimiento superior a 10%, en lo que va del año, el S&P/BMV IPC, el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores, tiene una pérdida de 4.92% y el índice FTSE-Biva presenta una caída de 4.41%.
La última vez que el IPC, ganó más de 10% fue en 2012, cuando finalizó con un rendimiento de 17.88%.
El mercado de bonos, en general, recibió un impulso por parte de la Reserva Federal a finales de julio, al anunciarse el primer recorte en su tasa de interés en 11 años; Banco de México (Banxico) puede seguir los mismos pasos.
De acuerdo con la última encuesta de Citibanamex, los analistas esperan al menos dos recortes y que la tasa baje de 8.25 a 7.75% a finales del 2019.
Si se cumple el pronóstico, el precio de los bonos que están en el mercado aumentará, ya que no habrá nuevas emisiones que lleguen a pagar tasas tan elevadas como las de ahora.
Otra moneda y otro grado de inversión
Si bien las colocaciones en pesos lideran los cupones de los bonos corporativos mexicanos, otras empresas decidieron acudir al mercado para hacerlo en dólares.
En julio, Unifin, dedicada al arrendamiento puro (leasing), factoraje financiero, créditos automotrices y seguros, colocó un bono por 450 millones de dólares a vencer en 2028 y con el que paga un cupón de 8.375%.
“Esta clase de bonos te pueden ayudar a hacer frente a la volatilidad en el tipo de cambio”, dijo Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero de Black WallStreet Capital.
Pero el bono de Unifin tiene otra particularidad: no tiene grado de inversión y es considerado como un bono de alto rendimiento. El que no tenga grado de inversión significa que la posibilidad de impago es mayor -comparado con un bono que tenga grado de inversión- y es compensado por el rendimiento que paga; a más riesgo, más rendimiento.
Poco líquidos
Aunque los bonos corporativos mexicanos son instrumentos que pueden ayudar a diversificar un portafolio de inversión, tienen algunos elementos que los inversionistas deben considerar.
“No son instrumentos tan líquidos, es decir, no son tan fáciles de comprar o vender como las acciones o divisas, y muchas de las emisiones piden un monto mínimo de inversión”, comentó Gallegos.
En el año, ha habido pocas colaciones de bonos mexicanos; en julio, solo Monte Pío acudió al mercado, debido a la incertidumbre macroeconómica, la estacionalidad del mes con el periodo vacacional y a retrasos en los procesos de colocación, de acuerdo con un análisis de Banorte Casa de Bolsa.
Para lo que resta del año, Banorte anticipa que aumente el ritmo de colocaciones, sin embargo, la cautela se mantendrá y no se esperan montos de emisión elevados.