Si bien la recuperación continúa para los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras) tras el golpe de la pandemia, el precio de sus certificados en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) es castigado por el ciclo alcista que Banco de México (Banxico) inició para mitigar el impacto de la inflación.
En lo que va de octubre, el S&P/BMV Fibras Index, que mide el desempeño de 10 de los 16 Fibras que cotizan en la BMV, acumula una caída de 2.77%, al ubicarse en 222.37 puntos hasta el cierre del martes, con lo que se encamina hacia su peor mes desde junio de este año, cuando retrocedió 3.09%.
Con la disminución, el S&P/BMV Fibras Index presenta una baja anual de 2.5%. En comparación, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), que integra a las 35 empresas más bursátiles de México, registra una ganancia de 17.6% en el mismo periodo.
Roberto Solano, coordinador de análisis bursátil en Monex, explicó que los precios de los certificados bursátiles fiduciarios son menos atractivos en periodos de alzas a la tasa de interés debido a que el diferencial o spread respecto al pago de dividendos disminuye.
Ese diferencial lo evalúa siempre el inversionista, pues se busca que se mantenga atractivo. Si la fibra mejora en términos de dividendo se puede recuperar (el precio de los certificados)
comentó en entrevista.
En este entorno, los inversionistas optan por otros activos que generan mejores rendimientos y que son más competitivos como los bonos de libre riesgo de largo plazo o la deuda del gobierno, a través de instrumentos como los Cetes.
Según lo que estipula la Ley del Impuesto Sobre la Renta en los artículos 187 y 188, los fibras están obligados a repartir el 95% de su resultado fiscal anual entre los accionistas, en forma de dividendos. Si persisten las alzas a la tasa antes de que finalice el año, el spread entre tasa y dividendos se puede acotar aún más.
Tras su última reunión de política monetaria, la junta de gobierno de Banxico decidió, con el voto disidente del subgobernador Gerardo Esquivel, aumentar la tasa de referencia en 25 puntos base, para ubicarla en 4.75%, ante la aceleración de los precios al consumidor.
Durante septiembre, la inflación repuntó a 6% anual y ligó seis meses fuera del rango objetivo de Banxico, que es de 3% +/- un punto porcentual. Esto se debió principalmente al aumento de los precios del gas LP.
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La última encuesta de Citi reveló que, en medio de las crecientes presiones inflacionarias, los participantes del mercado esperan que Banxico subirá una vez más su tasa de interés en 25 puntos base en noviembre.
Hasta que el público inversionista tenga de referencia que ya no se van a subir las tasas, los precios de los certificados de los fibras van a ser más estables. Es por eso que cayeron considerablemente en octubre
dijo Antonio González, cofundador de la plataforma Fibraspy
Los analistas coinciden en que en 2022, Banxico pausará el ciclo de alzas de la tasa si se cumplen los pronósticos sobre el crecimiento de la economía nacional y a medida que disminuyan los efectos de la inflación.
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Recuperación lenta, pero por buen camino
En 2020, con las afectaciones de la pandemia en la industria inmobiliaria, los fibras buscaron preservar liquidez al limitar el pago de dividendos; sin embargo, en 2022 se verán mejores retribuciones a los inversionistas, pues las expectativas de recuperación son positivas. Esto impulsaría sus rendimientos de cara al próximo año.
De los 10 fibras que componen el S&P/BMV Fibras Index, Fibra Shop y Fibra Macquarie registran las caídas anuales más pronunciadas en la BMV, de 16.88% Y 7.5%, respectivamente. Le siguen Fibra Uno, Fibra Inn y Terra.
Fibra Hotelera, dedicada al arrendamiento de hoteles business class y Fibra Nova, del sector industrial, tienen alzas de 32.7% y 23.5%, las mayores dentro de la muestra.
Los fibras han presentado un desempeño inferior respecto al mercado local en términos generales, aunque las emisoras que tienen sus negocios en el sector industrial lograron salir bien libradas de la crisis, mientras que los sectores comercial y de oficinas aún resienten las limitaciones a la movilidad, por lo que la recuperación puede ser más tardía.
“El sector industrial sigue siendo el más resiliente, en el caso comercial vemos un escenario de recuperación y en el caso de oficinas todavía no encontramos un punto de inflexión en tasa de ocupación y en este tercer trimestre esperamos ver si sigue a la baja o puede repuntar”, mencionó Solano.
Subrayó que si bien casi todas las empresas se vieron afectadas en los momentos más complicados de la pandemia, la tasa de ocupación total de los 16 fibras no bajó de 90%, situación que abre la puerta a que el siguiente año aumente el gasto en nuevos proyectos y desarrollos.
Para González, las compañías con mejores perspectivas en el mediano plazo son Fibra Uno, Fibra Monterrey, Fibra Macquarie, Fibra Prologis, Terrafina, Fibra Upsite, además de Fibra Plus y Fibra HD, que a inicios de octubre alcanzaron un acuerdo para fusionarse.