Los principales activos financieros cerraron en terreno positivo en 2019, aunque la mejor parte se la llevaron las materias primas, como el paladio y el petróleo, así como las acciones, en particular las que componen el índice NASDAQ 100 y el S&P 500.
En la última década, solo en 2016 los principales Fondos Cotizados en Bolsa (ETFs, por sus siglas en inglés) de materias primas, acciones y bonos habían conseguido cerrar en números verdes, y, en 2019 lo repitieron.
Los Fondos Cotizados en Bolsa son instrumentos que tienen características de un fondo de inversión y de una acción. De los fondos de inversión retoman la diversificación y de la acción, la liquidez, gracias a que cotizan en bolsas de valores.
En la parte de las acciones, los ETFs con más activos bajo administración y que fueron considerados para este ejercicio fueron los que replican al índice S&P 500 (SPY), el Promedio Industrial Dow Jones (DIA), el Nasdaq 100 (QQQ), el S&P/BMV IPC (NAFTRAC) y el ETF VT, compuesto por una muestra de poco más de 8,000 empresas alrededor del mundo.
De materias primas se consideraron los ETFs de oro (GLD), plata (SLV), paladio (PALL), petróleo estadounidense (USO) y el GSG, que tiene un muestra de 14 materias primas distintas.
En renta fija, se tomaron ETFs que replican bonos de empresas de Estados Unidos con grado de inversión (LQD), sin grado de inversión o alto rendimiento (HYG), bonos del Tesoro de corto plazo (SHV), bonos de países emergentes (EMB) y el BNDX, compuesto por poco más de 5,800 bonos soberanos con grado de inversión denominados en distintas monedas al dólar.
2019 fue bien particular. En la medida que hubo cierta desaceleración en la economía global, los bancos centrales actuaron (bajando su tasa de interés) y eso permitió que los activos de riesgos tuvieran un año muy favorable y también los activos de refugio
dijo en entrevista previa Cristobal Doberti, director Regional en Estrategias de Ahorro e Inversión de Sura Asset Management.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el banco central más poderoso del mundo, no solo redujo su tasa de interés en tres ocasiones en 2019 -a un rango de 1.50 y 1.75%- también inyectó liquidez al mercado, por medio de la recompra de bonos gubernamentales (treasuries).
La hoja de balance del banco central aumentó en 405,645 millones de dólares, desde finales de agosto hasta el 25 de diciembre de 2019, a un nivel de 4.16 billones de dólares.
La mayoría de las expectativas de crecimiento se fueron deteriorando y los bancos centrales actuaron. Lo anterior provocó que los activos de riesgo subieran, el S&P 500 está en máximo histórico, y las tasas de interés disminuyeron
comentó Doberti.
No obstante, el acuerdo comercial fase uno entre Estados Unidos y China restó incertidumbre a los mercados, lo que provocó más apetito por activos de riesgo (como acciones) y menos interés por bonos o activos de refugio.
Para 2020, los bonos y mercados accionarios de países emergentes son los activos que llaman la atención de los inversionistas, de acuerdo previsiones de BlackRock, el administrador de activos más grande del mundo.